Bolivia terminó dividida por el referéndum de modificación del artículo 168 de la Constitución de corte indigenista y socialista, cuyo resultadodebilitó al presidente Evo Morales en el área urbana en su afán de gobernar hasta 2025.
Por el momento, Bolivia se guía en los resultados de la votación por encuestas a boca de urna que difunden cadenas de televisión porque es lento el cómputo oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Las empresas Ipsos y Mori proyectaron un 52.3 y 51 por ciento para el "no", y 47.7 y 49 para el "sí", respectivamente. Estas cifras cambiarán con el voto en el extranjero y del área rural de los nueve departamentos del extenso y variado territorio boliviano.
"Estos datos preliminares permiten inferir una ruptura mayor del Movimiento Al Socialismo (MAS) con las clases medias urbanas, aunque preserve su voto rural y de estratos sociales beneficiados por las políticas distributivas del MAS, que se sienten expresados en los cambios y simbología de estos diez años", señaló a dpa el analista político Gonzalo Mendieta Romero.
Agregó que "el electorado se ha partido en dos bloques. El del "sí" tiene una cara visible: Evo Morales. El del "no" anda aún en busca de la suya y expresa una votación más diversa que la opuesta".
El 7 de septiembre del año pasado Evo Morales aceptó la convocatoria al referéndum para ser habilitado para una cuarta repostulación consecutiva, según él a pedido de los movimientos sociales que lo respaldan.
"¿Qué queda del afán prorroguista? Un país dividido, en las casas, en las familias. Lo que hizo Evo no tiene perdón", escribió en Twitter el periodista Carlos Valverde Bravo (@CFValverde) que reveló el 3 de febrero un affaire del presidente Evo Morales con una joven que fue madre de su tercer hijo que murió a poco de su nacimiento en 2007.
La denuncia de Valverde deterioró la imagen de Morales porque incurrió en mentiras sobre su relación con su expareja, Gabriela Zapata Montaño, quien terminó en la gerencia comercial de la empresa china CAMC Ingeneering. Esta empresa se ajudicó siete obras estatales por más de 500 millones de dólares.
"El referéndum del 21 de febrero marcará un antes y después en la democracia de Bolivia", comentó el expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) a la agencia ANF.
Luego señaló que "se abre una etapa de amplia y pluralista participación que permitirá que el sistema político se vaya a reconfigurar con la participación más abierta y participativa de todos los ciudadanos y las regiones".
De todas maneras, el MAS demostró en las urnas que tiene un voto duro cercano al 50 por ciento, lo que lo convierte en el partido político más fuerte de Bolivia y difícil de ser superado a corto plazo.
LEA TAMBIÉN:
