LA HABANA - La represión y el presidio político continuaron como elementos estructurales del panorama de derechos humanos en Cuba, marcado por patrones opresivos impuestos por el régimen. Al hacer balance del año que concluye, el Observatorio de Derechos Culturales advirtió que al menos 17 artistas permanecen privados de libertad en centros penitenciarios de la isla.
La organización precisó que otros diez creadores cumplen condenas sin internamiento o bajo regímenes restrictivos, lo que eleva a 27 el total de artistas castigados por el Estado cubano. Según el observatorio, estas sanciones responden directamente a su práctica creativa, su participación cívica o su negativa a renunciar a una voz propia.
“Al cerrar este año, volvemos a poner el foco en una de las expresiones más graves y persistentes de la represión en Cuba: el encarcelamiento de ciudadanos por el ejercicio de su libertad de expresión, específicamente de jóvenes creadores cuyo desarrollo personal se truncó por el odio político que distingue al Gobierno de Cuba”, subrayó la entidad.
Violencia institucional
El informe también alertó que los artistas presos continúan enfrentando violencia institucional, negligencia médica, aislamiento, amenazas y castigos arbitrarios dentro del sistema penitenciario, condiciones similares a las del resto de los presos políticos y reflejo del deterioro general de las cárceles en el país.
“Estos números no son estadísticas abstractas; detrás hay cuerpos sometidos a violencia, familias bajo presión constante y obra interrumpida por el encierro, el miedo o el exilio forzado”, insistió el Observatorio de Derechos Culturales, que reiteró su compromiso de documentar cada caso, denunciar cada abuso y preservar la memoria de quienes resisten desde la prisión o bajo hostigamiento en semilibertad.
La organización recordó que la Campaña de Artistas Presos busca visibilizar que la creación no es un delito y que la cultura no puede ser encarcelada sin consecuencias. “Mientras exista un solo artista cubano castigado por ejercer su derecho a expresarse, nuestro trabajo continuará”, enfatizó.
Entre los casos más emblemáticos figura el de Luis Manuel Otero Alcántara, considerado un símbolo internacional de la represión en Cuba, quien a comienzos de este mes se declaró en “ayuno voluntario” como gesto de denuncia frente a su encarcelamiento y la crisis de derechos humanos que atraviesa la isla.
Presos de conciencia
Según denunciaron colaboradores del artista en redes sociales, su situación no es un hecho aislado. Actualmente, más de 1.700 presos políticos permanecen encarcelados en Cuba, entre ellos artistas, activistas, periodistas y jóvenes que reclaman derechos básicos y un cambio de sistema que garantice libertades fundamentales.
Otro caso que ilustra el patrón represivo del régimen es el del artista plástico y rapero Fernando Almenares Rivera, conocido como Nando OBDC, quien este 31 de diciembre cumplirá un año en prisión. Su juicio, calificado como una farsa, quedó visto para sentencia con una petición fiscal de seis años de cárcel por delitos que, según organizaciones civiles, fueron fabricados por la Seguridad del Estado.
“Nando no ha bajado la cabeza y continuó defendiendo su derecho a la libertad de expresión y su aspiración de un cambio para Cuba”, señaló la Mesa de Diálogo de la Juventud Cubana. En condiciones similares permanecen los demás artistas encarcelados, mientras el panorama hacia 2026 se presenta sin señales de distensión.
Al cierre de 2025, detenciones arbitrarias, hostigamiento, violencia institucional y represión de la libertad de expresión siguieron marcando la agenda en la isla. Como resumió Laritza Diversent, directora ejecutiva de Cubalex, “esto es una carrera de resistencia: el Estado tiene el poder para reprimir y la sociedad civil solo cuenta con la persistencia”.
FUENTE: Con información de Diario de Cuba