CARACAS.- Los vuelos entre República Dominicana y Venezuela continuarán con normalidad, luego que de la Junta de Aviación Civil dominicana (JAC) decidiera dejar sin efecto la revocación de las operaciones de las aerolíneas, asociadas, principalmente, a cabecillas del régimen de Nicolás Maduro.
“Queda sin efecto la revocación de las operaciones aéreas de las aerolíneas de Venezuela, que estaba programada para el 27 de mayo del 2024, por lo que las operaciones aéreas entre ambos países se mantienen en su normalidad”, informó Marte Piantini, presidente de la JAC.
A través de un mensaje publicado en su cuenta X, indicó que la decisión se tomó luego de que acordara junto al ministro de Transporte del chavismo, Ramón Velásquez, la creación de una mesa de trabajo para revisar temas bilaterales, relacionados con “las asignaciones de rutas y frecuencias”, con el objetivo de modernizarlo “en beneficio de nuestras aerolíneas”.
La semana pasada circuló por las redes sociales un comunicado de la JAC en el que informaba que a partir del lunes 27 de mayo quedarían revocadas todas las operaciones aéreas de pasajeros, cargas regulares y no regulares. Esto, mientras iniciaba una “reevaluación” o recertificación de los vuelos Venezuela - República Dominicana.
República Dominicana - Venezuela
República Dominicana no es sólo un sitio turísticos para los cientos de venezolanos que arriban a la isla, sino que sirve como uno de los puntos de conexión más importantes para quienes viajan a Estados Unidos, tras la suspensión de vuelos directos entre ambas naciones hace cinco años.
La mayoría de las aerolíneas venezolanas que operan con destino a Santo Domingo, Punta Cana y La Romana tendrían estrechos lazos con la dictadura de Nicolás Maduro, según el periodista de investigación, Castro Ocando. La aerolínea Turpial, por ejemplo, sería propiedad del excoronel chavista Pedro del Valle Cestari Navarro, que funge como testaferro del general Giuseppe Yoffreda Yorio, actual embajador de Maduro en China.
La empresa Rutaca, fue adquirida en 2012 habría sido “comprada” bajo coacción al la familia del piloto Eugenio Molina por dos millones de dólares, cuando su valor oscilaba entre los 25 y 30 millones de dólares. La “compra” la hizo el exgrandes ligas Carlos Alberto Silva Caraballo, aunque en la compañía también tendría acciones, según Ocando, el expresidente del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) al servicio del régimen, Maikel Moreno.
Moreno, además, habría adquirido la aerolínea La Venezolana, que también vuela a República Dominica y que era propiedad del empresario ligado a Pdvsa, William Posada, a través de un presunto testaferro.
Otras aerolínea que vuelan a la isla y que tendrían un “historial de inconvenientes” serían Estelar, Albatros Airlines, funcionada con el conglomerado brasileño NELLA Linhas Aéreas, y Avior Airlines, sumida en una pelea legal entre sus accionistas, entre ellos, los hermanos Jorge y Roberto Áñez, señalados de haber hecho negocios con la dictadura.
“La aerolínea Láser sería la única que ha venido operando en forma organizada, aparentemente sin problemas hasta donde hemos podido investigar, y sin vínculos visibles con el régimen de Caracas”, puntualizó Ocando.
Pierden “protección”
En los últimos años, los aviones privados de altos jerarcas del régimen venezolano, que llegan a República Dominicana, están perdiendo “la protección que antes gozaban”, aseguró Ocando.
“Aun después de que la Junta de Aviación Civil Dominicana revirtiera la orden de obligar a todas las aerolíneas venezolanas a volver a recertificarse, la aviación chavista va a seguir enfrentando problemas en todos lados, sin importar en cuáles paraísos fiscales estén registrados sus costosas aeronaves”, indicó.
De acuerdo con una reciente investigación, el pasado 22 de mayo autoridades dominicanas habrían ordenado la confiscación de un avión Falcon, de fabricación francesa y valorado en 50 millones de dólares, propiedad de la dictadura chavista, que ha volado a Teherán, Irán; San Vicentes y las Granadinas, en La Habana, Cuba; en Santa Cruz de Viru Viru, en Bolivia, y a Brasil.
La aeronave confiscada es una Falcon EX, siglas T7ESPRT, registrada en la República de San Marino, considerado un pequeño paraíso fiscal, al igual que Andorra, Luxemburgo y la isla de Malta.
En los registros oficiales, según reportes de Ocando, el Falcon EX tenía antes las siglas estadounidenses N900SJ, pero fue adquirido por el chavismo a través de la firma 6G Aviation, con sede en Florida, y sacado del registro de aviones activos de la Administración Federal de Aviación (FAA, sigla en inglés) y llevado a un paraíso fiscal para “tratar de eliminar rastros de su historial de vuelos”.
FUENTE: Con información de VOA / Castro Ocando New / redes sociales