MANAGUA.- El excomandante de la revolución sandinista Henry Ruiz reclamó hoy que el Ejército de Nicaragua desarme a los grupos parapoliciales que actúan con la aquiescencia del Gobierno en el marco de la crisis sociopolítica que atraviesa este país centroamericano y ha segado 285 vidas.
"El Ejército de Nicaragua debe ser quien desarme al brazo armado de Ortega-Murillo y si tiene que ser cruento, que lo sea a menor costo", señaló Ruiz, uno de los antiguos nueve comandantes de la "dirección histórica" del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) que gobernaron Nicaragua durante la década de los 80, en una declaración pública.
"Esa operación de desarme, sin indulgencias que saboteen la justicia necesaria, es arriesgada y no siempre incruenta. Pero debe realizarse y el Ejército de Nicaragua es el indicado", valoró Ruiz, ahora disidente.
En su informe ante el Consejo Permanente de la OEA, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señaló al Gobierno de Daniel Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, como responsable de graves violaciones de derechos humanos y avisó de un "patrón" de "uso excesivo y arbitrario de la fuerza letal de forma deliberada" por parte de la Policía Nacional, en colaboración con grupos paramilitares.
Por su lado, la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH) denunció en un informe que policías, antimotines, parapolicías, paramilitares y grupos de choque oficialistas "hacen uso de arma de guerra no justificado, con francotiradores, contra ciudadanos que protestan cívica y pacíficamente".
Para el excomandante sandinista, el Ejército ha estado en palco desde el inicio de la crisis, el 18 de abril, y su conducta ha sido correcta en los primeros días de la "revolución cívica".
"Ahora el Ejército debe salir de su cómoda posición. El brazo armado del danielismo ha salido a luz; esta realidad forjada en los espacios de dos lustros de su Gobierno, va contra los intereses institucionales que la Constitución Política consigna como potestad al Ejército", argumentó.
A juicio de Ruiz, el Ejército "debe jugar un papel singular en la crisis" y en la mesa del diálogo se le debe otorgar un mandato político para que desarme a los grupos armados afines al Gobierno, a excepción de la Policía Nacional.
"Es una sugerencia a que el Ejército sea una especie de cuerpo armado de paz ante los riesgos que se agoten los medios políticos actuales y surjan con más fuerza las ideas de guerra civil y/o intervención armada extranjera", agregó.
En conclusión, anotó Ruiz, el Ejército "tiene una oportunidad de lavarse la cara separándose de Ortega-Murillo y librando al país de un brazo armado que hará muy difícil la labor de arreglar la vieja institucionalidad para levantar la nueva que hará luz sobre los corazones henchidos de los ciudadanos que se la jugaron por la libertad persiguiendo la justicia".
El Gobierno sostiene que en Nicaragua se vive un intento de desestabilización social de grupos internos con apoyo internacional, del que se han aprovechado grupos delincuenciales y de narcotráfico, generando una ola de violencia, criminalidad e inseguridad sin precedentes, afectando los derechos humanos y la vida de los ciudadanos.
Nicaragua atraviesa desde hace más de dos meses la crisis más sangrienta desde 1980, también con Ortega como presidente.
Las protestas contra el Gobierno comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, tras once años consecutivos en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra. EFE
FUENTE: EFE