LA HABANA— A una familia habanera con cuatro niñas pequeñas, residente en la calle Belascoaín 1.073 entre Campanario y Rastro, en el municipio Centro Habana, se le desplomó el piso de la sala de su vivienda en la mañana de este martes y ha tenido que sacar todas sus pertenencias al pasillo común del solar en el que vive.
"Ya fuimos al Gobierno de Centro Habana a decir que nos quedamos sin casa, pero ahí nos dijeron que no tienen donde ubicarnos", declaró a DIARIO DE CUBA Yoel Pérez Morales, miembro de la familia afectada por el derrumbe.
"Mis hijas están llorando, estamos desesperados. Desde hace años este solar debe demolerse, pero, como no tenemos para dónde ir, teníamos que vivir aquí, en estas malas condiciones", añadió.
"Mi mujer y yo somos pacientes de VIH, mis hijas también tienen varios padecimientos, como epilepsia. Una de ellas solo tiene dos años y tiene VIH también. Somos personas que requerimos una atención especial, pero no recibimos nada. Ahora mismo no sabemos qué hacer; en la calle no podemos vivir", dijo Pérez Morales.
El derrumbe afectó también a la familia que vive en los bajos, de la que forma parte una joven embarazada.
"Yo vivo en los bajos, en una casa de mi propiedad, pero arriba es un solar para demoler. Todo esto está muy malo, las paredes están llenas de humedad por las filtraciones. Vivimos entre excrementos y suciedad que vienen de arriba. Todo esto es un abuso, ahora no sabemos qué hacer porque también estamos afectados, ya que nos cayeron los escombros y mi hija está embarazada", comenta Rita Ofarrill Miranda, la vecina.
Los derrumbes en Cuba son muy frecuentes debido al avanzado estado de deterioro de buena parte del fondo habitacional del país. En abril, la propia prensa oficial publicó el desplome de un techo en la barriada de Tamarindo, en Diez de Octubre, La Habana, donde cuatro familias se quedaron sin casa.
La incapacidad del régimen cubano para resolver un problema que empeora año tras año ha hecho que los albergues estatales estén colapsados. Centenares de familias llevan décadas viviendo en ellos.
En marzo, el ministro de la Construcción, René Mesa Villafaña, reconoció que durante 2021 solo se terminaron 18.645 viviendas, que representan el 42% del plan estatal.
El ministro admitió que se realizaron "muy pocas acciones de mantenimiento" y que "varias provincias se acercaron a su plan de construcción de viviendas, pero el resultado no fue bueno".
"Todo esto está muy por debajo de las demandas de la población y de detener los ritmos de deterioro", admitió el funcionario.
En contraste, durante 2021 la construcción de hoteles no se detuvo en Cuba, mientras el régimen achacaba la imposibilidad de avanzar en la construcción de viviendas al embargo de Estados Unidos, la pandemia del COVID-19 y las limitaciones económicas.