martes 19  de  marzo 2024
CRISIS

Venezuela registra una nueva crisis cambiaria

La tardía intervención del Banco Central de Venezuela en el mercado oficial calmó un poco la tormenta, pero indica que se registra una nueva crisis cambiaria
Por EUGENIO G. MARTÍNEZ

CARACAS.- La inflación en Venezuela es la sexta más alta del mundo. Según la clasificación publicada periódicamente por Steve Hanke, experto profesor de Economía Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, el país registró un aumento de precios de 125% en agosto. Este registro es solo superado por Myanmar (127%), Turquía (134%), Líbano (136%), Cuba (158%) y Zimbabue (477%).

A pesar de que los indicadores económicos siguen demostrando que Venezuela solo logró estabilizarse en el hoyo, Nicolás Maduro continúa insistiendo en que el país se encuentra en una etapa de recuperación económica después de varios años atrapado en un ciclo hiperinflacionario.

“Hay sectores minoritarios que conspiran en contra de la recuperación económica del país”, insistió Maduro. “Son los mismos que convirtieron la economía en una trinchera política para el enfrentamiento y la destrucción, son los mismos que nos lanzaron las sanciones, los que crearon la guerra económica. Pero Venezuela ya cambió para bien", aseguró.

Alza súbita del dólar en Venezuela

Sin embargo, a pesar del discurso oficialista, con el que trata de promocionar una supuesta apertura económica e insiste en la recuperación de los principales indicadores macroeconómicos en Venezuela, las cifras denotan que, durante la tercera semana del mes de agosto, la cotización del dólar en el mercado de cambios paralelo experimentó un alza súbita no vista a lo largo de los últimos meses.

La tardía intervención del Banco Central de Venezuela en el mercado oficial (manejado por las mesas de cambio de los bancos) calmó momentáneamente la tormenta, pero todo indica que Venezuela registra una nueva crisis cambiaria.

El economista e integrante de la Academia de Ciencias de Venezuela Leonardo Vera estima que “el saldo, en menos de dos semanas y al cierre del mes de agosto, ha sido una devaluación del tipo de cambio paralelo de 39%, y una devaluación del tipo de cambio oficial de 32%”.

Según Vera “la crisis se configuró luego que el gobierno de Nicolás Maduro aceptara pagar las bonificaciones que, por ley y convención colectiva, corresponden al período vacacional de los trabajadores del sector público (dos bonos, uno recreativo y otro vacacional propiamente) y que desembocó en un incremento de casi 3.000 millones de bolívares (alrededor de 490 millones de dólares al cambio del día) en las cuentas de nómina de los bancos. Este giro no era esperado por las autoridades monetarias, pues hasta la segunda semana de agosto la política anunciada desde el Ministerio del Trabajo y otros entes de la administración pública era la de pagar sólo el 10% de los beneficios y asignar el resto en un período de 12 meses. El giro (la decisión de pagar completo el 100%) coincidió con la retirada absoluta del Banco Central de las mesas de cambio, dejando sin dólares a los bancos y al mercado oficial”.

Acorde con el más reciente informe de la firma especializada CarpeDiem “lo que se configuró en la semana del 15 al 19 de agosto fue una situación de exceso de saldos líquidos en bolívares, buscando dólares en un mercado oficial que no ofertó. El colapso en el mercado oficial de las mesas de cambio de los bancos llevó a una presión inusual sobre el mercado paralelo provocando el ajuste en la tasa de cambio de ese mercado. El desequilibrio, por lo demás, es una manifestación clara de desconfianza en la moneda de curso legal (el bolívar) que sigue sin recuperar las propiedades de reserva de valor”.

Advertencias

La crisis en el mercado cambiario de las últimas semanas genera varias alertas. Según Vera, se demuestra que parte de la estrategia contra la inflación diseñada por las autoridades económicas de Maduro se ha venido a menos.

Vera insiste en que “el desequilibrio, por lo demás, es una manifestación clara de desconfianza en la moneda de curso legal (el bolívar) que sigue sin recuperar las propiedades de reserva de valor. Lo demás es historia conocida. El tipo de cambio paralelo se convirtió una vez más en dominante arrastrando la cotización del mercado oficial que a la fecha de este reporte se coloca en 7,97 bolívares por dólares”.

Mantener deprimidos los salarios y los beneficios laborales, como fórmula de control del gasto público y anclar la tasa de cambio nominal, sin haber quebrado por completo la inflación (y en un contexto donde la inflación promedio mensual sigue siendo alta), es un esquema no sostenible, que tarde o temprano revienta como en efecto ha pasado en la tercera semana de agosto”.

Para Vera “este contexto de aceleración inflacionaria generará serias tensiones en el ámbito laboral, donde la presión y la protesta en la calle ha sido resaltante en los últimos cinco meses. Por un lado, el movimiento laboral exigiendo nuevos ajustes salariales (a través de incrementos en el salario mínimo y en toda la escala salarial), por otro, el gobierno de Maduro tratando de contener el gasto para evitar nuevas presiones sobre el mercado cambiario (…) Sin la menor duda, la crisis cambiaria mueve a la economía venezolana y a sus actores a un ambiente de tensiones que poco van a ayudar al crecimiento en lo que queda de año”.

Problemas estructurales

El economista Ángel Alvarado sostiene que en las últimas semanas se ha registrado “la inflación más alta en los últimos 12 meses. Estamos viendo una aceleración de la inflación, que es un fenómeno que recoge problemas profundos. La economía venezolana creció en 2021 y creció en el primer semestre en 2022, después de una profunda caída, batiendo récords históricos. Lo que están reflejando las cifras, es que ese crecimiento económico se agotó”.

Devaluación

Por otra parte, el socio director de la firma Ecoanalítica Asdrúbal Oliveros sostuvo en una entrevista radial que la reciente devaluación "tiene una consecuencia, que será una presión en los precios. Lo vimos en la medición de precios de la semana, con el nivel más alto de todo el año, eso habla de lo que significó la depreciación tan significativa. Sin embargo, eso le meterá presión a la tasa de inflación de agosto que va a terminar muy alta y con un impacto que se extienda probablemente hasta septiembre (…) Mucha gente dice que esto ayuda a que el tipo de cambio esté menos alejado de su equilibrio, pero el problema es que al final este no es estático sino dinámico. En la medida en que se sigan generando distorsiones internas, y sobre todo inflación, el equilibrio también se ve afectado y va subiendo. No es la devaluación el mecanismo para corregir la sobrevaluación, pero creo que el gobierno tiene que buscar la generación de confianza en la moneda, que hoy lamentablemente es muy baja”.

Sin embargo, para el economista Luis Oliveros lo ocurrido durante las últimas semanas fue “una devaluación por diseño y se le presentó la oportunidad al gobierno y la tomó”.

Desde su perspectiva el gobierno de Maduro “disminuyó la sobrevaluación cambiaria. El valor en el cual ellos intervienen causalmente es el valor que te indicaba la sobrevaluación cambiaria para el año 2022 que es 7,97 bolívares. (...) el BCV dejó deslizar la tasa de cambio, porque no fue un ataque en el mercado paralelo. Permitió que ocurriera esa devaluación. El bolívar pierde más del 20% de su valor bajo la mirada del Banco Central de Venezuela. Para mí el BCV nos llevó a una devaluación por diseño. No tengo duda”.

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Un vendedor cuenta bolívares venezolanos y billetes de dólares estadounidenses para entregar cambio a un cliente en un mercado público en el barrio de Petare en Caracas, Venezuela, el martes 18 de enero de 2022.

Un vendedor cuenta bolívares venezolanos y billetes de dólares estadounidenses para entregar cambio a un cliente en un mercado público en el barrio de Petare en Caracas, Venezuela, el martes 18 de enero de 2022.

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