martes 25  de  marzo 2025
EL JARRÓN CHINO

BBC vs. MSN

MIAMI.- Proponer que la Policía desaloje un estadio con cientos de miles de personas por una pitada, sólo se le puede ocurrir a alguien con muy poco cerebro y muchas ganas de provocar

Por MANUEL AGUILERA

MIAMI.- Este domingo millones de personas de todo el planeta se sentarán frente al televisor a disfrutar con el clásico de la Liga española de fútbol entre el Real Madrid y el Barcelona. Hace mucho tiempo que las barreras donde aglutinar fanáticos reventaron y podemos encontrar aficionados de estos dos grandes clubes en los lugares más insospechados. Esta semana nos visitaban en la redacción de DIARIO LAS AMÉRICAS David Casanovas y Enrique Blanc, dos directivos del diario Sport, el periódico de cabecera de los blaugrana y nos contaban que Indonesia es el país del mundo donde radican más seguidores del Barça.

Es habitual contemplar en los noticieros imágenes de África, Medio Oriente, Asia o Centroamérica de niños con sus camisetas blancas o blaugranas correr detrás de un balón. El fenómeno ha trascendido de tal manera que ya es imposible ver estos enfrentamientos en una clave meramente local. Luis Rangel, nuestro editor de deportes, me revelaba el otro día el juego de palabras para resumir con unas siglas este nuevo choque entre dos maneras de ver el fútbol: BBC contra MSN. Por un lado, Benzema, Bale y Cristiano. En frente, Messi, Suárez y Neymar. Un francés, un galés y un portugués contra un argentino, un uruguayo y un brasileño. Se habrán dado cuenta. Ni un español, ni un madrileño, ni un catalán.

La suerte de Madrid y Barcelona está en manos de talento extranjero. Como español, madrileño y seguidor del Barça, lejos de parecerme una mala noticia, me parece excelente esta globalización del sentimiento y el amor por unos colores.

Estoy realmente harto de que el politiqueo salpique al deporte. Como la absurda polémica generada en torno a la final de la Copa del Rey que disputarán Barcelona y Athletic de Bilbao. Hay un precedente de 2012, en el que en una final con los mismos contendientes, aficionados de ambos clubes dedicaron una sonora pitada al himno nacional español. Ante el temor de que vuelva suceder y en un año marcado por elecciones locales, regionales y nacionales, los políticos se han lanzado a decir estupideces preventivas. La última, de María Dolores de Cospedal, que propone desalojar el estadio si se repite la pitada.

Aunque respeto que cada persona pueda sentirse de donde le dé la real (o republicana) gana, me parece una falta de educación gritar o pitar mientras suena un himno nacional. Tanto BBC como MSN, las siglas del clásico, demuestran que el nacionalismo y la política caben cada día menos en un estadio de fútbol. Por otro lado, les pediría a los políticos que se queden calladitos en el palco. Disfruten del espectáculo, y sólo abran la boca para probar el whisky y los canapés.

Proponer que la Policía desaloje un estadio con cientos de miles de personas por una pitada, sólo se le puede ocurrir a alguien con muy poco cerebro y muchas ganas de provocar. Es una forma de echar más gasolina al fuego de los intolerantes. Que siempre gane el mejor. Pero en el terreno de juego.

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