La nariz pica, la gargante se siente rasposa...el resfrío se anuncia a través de una serie de síntomas. Y si se los detecta a tiempo, se puede prevenir la enfermedad. Lo mejor es apelar al calor: ir al sauna, inhalar vapor o hacerse un té de manzanilla.
El calor abre los vasos y facilita a las células que funcionan como defensa el acceso a las mucosas, lo que permite al sistema inmunológico rechazar el resfrío. Sin embargo, todo esto sólo funciona en un estadio muy inicial. Si las mucosas ya están inflamadas, el calor puede ser contraproducente.
Una vez pasada cierta etapa ya no se podrá detener la enfermedad, pero al menos se puede intentar calmar los síntomas.
Muchos toman para ello medicamentos contra el resfrío que compran en la farmacia. Se puede hacer uso de estos remedios si al otro día se tiene que ir a trabajar, o si ayudan a alivianar el dolor de cabeza y la nariz tapada. Pero hay que saber que no acortarán la duración de la enfermedad.
El resfriado debe asegurarse, antes que nada, de no contagiar a los demás. Lo más importante es lavarse las manos. Y si se puede, evitar estrechar la mano de otro al saludarlo. Tampoco hay que estornudar al aire o taparse la boca con la mano, sino hacerlo en el propio codo.
FUENTE: DPA