El Día Mundial de la Salud Mental se celebra anualmente el 10 de octubre, con el objetivo de sensibilizar e impulsar medidas acerca de los problemas vinculados con la salud mental en todo el mundo.
Uno de cada cinco adultos en Estados Unidos padece de una enfermedad de salud mental como la depresión o ansiedad a lo largo de su vida
El Día Mundial de la Salud Mental se celebra anualmente el 10 de octubre, con el objetivo de sensibilizar e impulsar medidas acerca de los problemas vinculados con la salud mental en todo el mundo.
Una conmemoración que surge en 1992, de una iniciativa de la Federación Mundial de la Salud Mental (WFMH, por sus siglas en inglés), para equiparar la salud mental con la salud física. Cada año esta organización propone un aspecto de la salud mental, bajo la forma de lema, junto a unos contenidos sobre este tema.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que esta efeméride “representa un compromiso global para crear conciencia sobre los problemas de salud mental en todo el mundo y movilizar esfuerzos en apoyo a esta problemática".
La buena salud mental es esencial para el bienestar emocional, psicológico y social. Sin embargo, una de cada ocho personas en el mundo padece algún problema de salud mental. Lo que puede repercutir en su salud física, su bienestar, su relación con los demás y sus medios de subsistencia, reseña un articulo de la OMS.
Mientras que, uno de cada cinco adultos en Estados Unidos padece de una enfermedad mental a lo largo de su vida. Casi 10 millones de estadounidenses (1 en 25) viven con un trastorno mental grave que incluye ansiedad, depresión y trastorno bipolar.
La psicóloga del Servicio de Atención Psicológica venezolano, Cecodap, Neudith Morales, al ser consultada por DIARIO LAS AMÉRICAS definió la salud mental como “el estado de bienestar que le permite a las personas hacer uso de sus recursos internos para poder hacer frente a las situaciones que se pueden presentar en la vida diaria, tanto personales y familiares, como en el trabajo”.
Al mismo tiempo, señaló que la población mundial, en estos últimos años, ha venido pasando por procesos como la pandemia del COVID-19 “a los cuales no estaba acostumbrada, y obligó a todos a estar refugiados en casa, con incertidumbre y teniendo un acercamiento a la muerte de amigos o familiares. Lo que dejó alteraciones del estado de ánimo, que aumentaron significativamente los porcentajes de problemas de salud mental como la ansiedad, la tristeza y la depresión.”
Según los expertos del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO), este fenómeno, considerado la “cuarta ola” del COVID-19, ha llevado a un incremento sin precedentes en la demanda de atención en salud mental.
De acuerdo con la Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias (SAMHSA), la salud mental puede verse afectada por muchos factores biológicos como la genética, la química cerebral; experiencias de vida tales como trauma y abuso; o un historial familiar de problemas de salud mental.
En tal sentido, la psicóloga Neudith Morales destacó que una de las principales causas de problemas de salud mental, “es el factor del estrés generado por la situación económica de las personas hoy en día, que pudiera causar demasiada preocupación, al no poder contar con los suficientes recursos para cubrir sus gastos personales. Lo cual le puede generar desesperanza y desencadenar en algunas afectaciones de salud metal”.
Asimismo, explicó que otro factor que puede influir en los problemas de salud mental, es el proceso de migración que viven muchas personas actualmente, “el dejar sus raíces por buscar una mejor oportunidad de vida en otro país, puede propiciar estrés y problemas de salud mental”.
Morales precisó que buscar ayuda profesional, el apoyo familiar o de un amigo, que puedan escuchar si se tiene algún problema, son algunas de las recomendaciones para tener una buena salud mental y poder salir adelante.
“Para tener una buena salud mental, es esencial observar cómo nos sentimos y cómo están nuestras relaciones sociales, el trabajo, la situación familiar. Y tener ese apoyo familiar y social que nos haga sentir que no estamos solos y que formamos parte de algo”, añadió.
“Es importante estar atentos a esas señales en la rutina diaria, que son indicadores de que algo está ocurriendo e identificar las emociones como la falta de sueño, la tristeza, que lo que antes nos gustaba ya no nos gusta, el cansancio, y así ver que pudiéramos hacer para mejorar esas condiciones”, enfatizó.
A su vez, la psicóloga Indicó que las adolescentes femeninas de 12 a 17 años son las que presentan mayores porcentajes de alteraciones de la salud mental como la depresión, ansiedad e intensión suicida. Mientras que los niños y adolescentes masculinos presentan una menor proporción.
La depresión es uno de los trastornos de salud mental más comunes y la principal causa de discapacidad para los estadounidenses de 15 a 44 años. Este trastorno es más frecuente en mujeres que en hombres. Algunos de los síntomas incluyen estado de ánimo deprimido, disminución del interés o placer, cambio de peso, apetito y patrones de sueño, fatiga y una sensación de inutilidad.
"La depresión, la tristeza, la ansiedad y el poco manejo de la ira, son las principales manifestaciones de problemas de salud mental, por los cuales las personas acuden a un centro de salud”, sostuvo la experta.
Igualmente, muchas veces el suicidio acaba siendo el resultado de no haber tratado un problema de salud mental a tiempo. En 2021, las tasas de suicidio y homicidio de niños y adultos jóvenes de 10 a 24 años en EEUU fueron las más altas en décadas, según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El suicidio fue la segunda causa principal de muerte para este grupo de edad, antes que el homicidio. Los cuales causaron aproximadamente 11 muertes por cada 100.000 personas de 10 a 24 años.
Por otra parte, en 2022 se registraron unas 49.500 muertes por suicidio, es decir, 14,2 por cada 100.000 estadounidenses. La tasa cayó ligeramente en 2019. Y volvió a caer en 2020, durante el primer año de la pandemia de COVID-19.
Ante esto, Morales expuso que las personas que comienzan con ciertos síntomas de depresión y tristeza, no los superarán con el tiempo si no hay una atención profesional, “uno de los síntomas que pudiera aparecer producto de esos pensamientos negativos, podría ser el pensamiento suicida, debido a un cuadro mayor al pasar un tiempo prolongado", subrayó.
Continuó diciendo que "al principio son pensamientos de muerte, luego la persona comienza a verse en un túnel, a pensar que ya no tiene salida y cosas como que la vida no es importante. Es vital atender estos síntomas a tiempo, para evitar este desenlace final en el que las personas de manera impulsiva pueden buscar el suicidio como una vía de escape”, apuntó.
@Lydr05
FUENTE: con información de la OMS y El Comercio