El matrimonio, al igual que todas las relaciones en la vida, necesita una cierta inversión de trabajo para mantenerse saludable.
El matrimonio, al igual que todas las relaciones en la vida, necesita una cierta inversión de trabajo para mantenerse saludable.
A continuación, compartimos siete hábitos adoptados comúnmente que pueden romper tu matrimonio.
- Hablar mal de tu pareja a sus espaldas y compartir con todo el mundo sus faltas y defectos.
- No ponerte en la posición del otro, por ende no entender cómo se siente a la hora de un desacuerdo.
- Empezar discusiones a la defensiva olvidando que son un equipo. Hacer esto va a crear una pelea innecesaria que lejos de resolver el problema lo va a empeorar.
- No saber cuando terminar una pelea puede desgastar la relación. Expongan su punto y busquen un solución en vez de desgastarse buscando un culpable.
- No comunicarte ni explicar las cosas que te molestan puede parecer una buena idea en el momento de evitar una discusión. Sin embargo este hábito sólo va a lograr que se acumulen las molestias y esto terminará en una pelea aún más grande, pues tu pareja no tiene manera de saber qué te molesta si no se lo comunicas.
- Olvidarse de los detalles. Con el paso del tiempo las parejas pierden el sentimiento amoroso que tenían al principio. Es importante no olvidar ser detallistas y atentos el uno con el otro para mantener la llama viva.
- No darle prioridad al tiempo en pareja. Este es probablemente uno de los hábitos que las parejas adoptan más fácil cuando tienen hijos, pues los niños suelen demandar mucha atención, y con las cargas de trabajo y otras obligaciones se suele dejar a un lado ese tema vital, que es la pereja.