MIAMI. - Hasta el momento, más de 147 millones de personas han sido totalmente vacunadas contra el COVID-19 en Estados Unidos. A medida que avanza el proceso de vacunación en el país, una de las preguntas frecuentes es si las embarazadas pueden recibir la vacuna. Los temores y la falta de información hacen que muchas embarazadas prefieran no hacerlo.
Pero ¿qué dicen los expertos? Esta interrogante es clarificada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). La respuesta es sí. Recibir una vacuna contra el COVID-19 durante el embarazo ofrece una mayor protección tanto a la madre como al bebé.
La FDA y los CDC han respaldado la eficacia y seguridad de las vacunas contra el COVID-19 en embarazadas. Hasta el momento la vacuna es segura para las mujeres encinta, debido a que no se ha presentado ningún problema en la madre ni en el bebé. Asimismo, estas entidades realizan un constante monitoreo para profundizar en la investigación.
https://twitter.com/HHSvaccines/status/1403389064020213764
Protección para madre y bebé
Como indican los CDC en un estudio publicado el pasado 15 de junio, las mujeres embarazadas pueden recibir cualquiera de las tres vacunas frente al COVID-19 disponibles en los Estados Unidos mediante la Autorización de Uso de Emergencia.
Vale destacar que, según esta entidad de salud, las vacunas en general “ayudan a protegerla a usted y a proteger a su bebé contra enfermedades graves. Probablemente sepa que cuando está embarazada usted comparte todo con su bebé. Esto significa que cuando se aplica vacunas, no solo se está protegiendo usted, sino que también le está dando a su bebé algo de protección temprana”.
En ese sentido, la reciente investigación parte de la necesidad de estudiar a fondo la relación entre la vacuna de COVID-19 y las gestantes, pues la información actual sobre la efectividad y seguridad de la vacunación frente al coronavirus en mujeres embarazadas es limitada, pero necesaria.
Las mujeres embarazadas afrontan un riesgo mayor de enfermedad severa y muerte por COVID-19 en comparación con mujeres no embarazadas en edad reproductiva. También afrontan el riesgo de desenlaces adversos de la gestación, como nacimientos prematuros.
La información para este estudio se obtuvo de Vaccine Safety Datalink (VSD), una colaboración entre la oficina de Inmunización de los CDC y nueve organizaciones de salud en siete estados de los Estados Unidos. Entre las vacunas consideradas en esta pesquisa se encuentran Moderna y Pfizer-BioNTech, así como la única dosis necesaria de Janssen.
Grupos de riesgo
Como puntualiza el informe, los hallazgos resaltan las disparidades raciales y étnicas en la vacunación del COVID-19 hasta la fecha entre mujeres embarazadas, quienes se encuentran ante un riesgo mayor de infección y enfermedad severa asociada al COVID-19, indicando la necesidad de priorizar el equilibrio en la vacunación resolviendo las barreras potenciales y los problemas de acceso.
Según los datos de dicho estudio, a fecha de 8 de mayo de 2021, el 16.2% de las mujeres embarazadas identificadas por los CDC en EEUU habían recibido una o más dosis de la vacuna frente al COVID-19 durante su embarazo. La vacunación fue más baja entre mujeres hispanas (11.9%) y mujeres negras no hispanas (6.0%) y entre mujeres de 18-24 años (5.5%), y más alta entre mujeres asiáticas no hispanas (24.7%) y mujeres entre los 35-49 años (22.7%).
El porcentaje de mujeres embarazadas que han recibido la vacunación completa es pequeño (11%) frente al número de mujeres no embarazadas entre 18-49 años reportadas por el VSD durante el mismo periodo (24.9%). Esta baja proporción puede ser atribuible a varios factores incluyendo la limitada información sobre la seguridad de las vacunas frente a COVID-19 durante el embarazo, la necesidad de incrementar la confianza en la vacuna entre los proveedores de servicios de salud y las mujeres embarazadas, priorización, acceso y disponibilidad de la vacuna, barreras culturales y de lenguaje.
El número de mujeres embarazadas vacunadas se incrementó durante el periodo de realización de este estudio, lo que se atribuye a la inclusión de las mujeres embarazadas entre los grupos de riesgo. Los análisis de datos emergentes en relación con la seguridad de la vacuna del COVID-19, en especial aquellas vacunas de ARNm, no han detectado problemas de seguridad para las mujeres embarazadas.
Hay datos que apuntan a que la vacunación durante el embarazo puede desencadenar la transferencia de anticuerpos a través de la leche y la placenta, lo que podría ofrecer a los recién nacidos cierta inmunidad.
De ahí que la investigación concluya con la necesidad de eliminar las barreras de acceso a la vacunación frente al COVID-19, así como aumentar la evidencia científica en relación con su seguridad y efectividad.
La información es clave para superar no solo los temores, sino para discernir entre la información confiable emitida por científicos, y los rumores o datos falsos que pueden encontrarse en internet.
Buenas noticias para los hombres
Otro estudio, liderado por un equipo de la Universidad de Miami y publicado por estos días en el Journal of the American Medical Association, resalta que las vacunas COVID-19 no afectan la fertilidad masculina.
Si bien el coronavirus puede afectar la fertilidad masculina, el Dr. Ranjith Ramasamy y su equipo se enfocó en descubrir si la vacuna lo hacía. “Observamos a 45 hombres jóvenes y sanos que recibieron las vacunas COVID-19 y descubrimos que las vacunas COVID-19 no afectaron la fertilidad masculina”, explicó Ramasamy, en otro punto a favor de la vacunación.