Salvador de Bahía.- Una encuesta de Genial Quaest que entrevistó a actores del mercado financiero, indicó que el 86% del mercado evalúa negativamente al gobierno de Lula da Silva y solo el 2% lo considera positivo. Hubo una ligera caída con respecto a marzo, que ya era 90% negativo y 10% regular, sin porcentaje positivo.
Un 37% de los encuestados tiene una imagen negativa del ministro de Economía, Fernando Haddad, similar porcentaje lo evalúa de regular; y solo el 26% piensa que está haciendo un trabajo positivo.
Otro punto que llama la atención es la expectativa que tienen los actores económicos en la capacidad del gobierno para aprobar su agenda en el Congreso. En marzo, el 20% creía que la posibilidad de aprobación era baja; y ahora el 39% evalúa como baja la posibilidad de que el gobierno tenga éxito en sus lineamientos económicos.
¿Qué propicia tan malas expectativas en el mercado financiero acerca del gobierno actual?
El profesor, economista y escritor Ubiratan Iorio nos ayuda a dar algunas respuestas. Entre los errores de la propuesta fiscal y económica del gobierno enumera:
“En efecto, el “calabouço” fiscal —un apodo de rima irónica con el que se contemplaba la declaración de intenciones del gobierno—, en primer lugar, está lejos de sobresalir por su sencillez; segundo, está mucho más lejos aún de inspirar credibilidad; tercero, es un fuerte estímulo para aumentar los ingresos; y cuarto, es una incitación irracional al gobierno a gastar más. En resumen, una serie de errores”.
Es decir, las nuevas reglas tributarias no son simples; ni creíbles; y buscan más gastos y más ingresos para el Estado. El gobierno cree que debe ser el motor de la economía; y no que deba crear un ambiente que sea fructífero para la actividad empresarial.
El doctor en Economía y exministro de Minas y Energía, Adolfo Sachsida, señala que las nuevas reglas están centradas en aumentar los ingresos y no en reducir los gastos. Sachsida aún cuestiona al gobierno, ¿cómo puede esperar una baja en la tasa de interés básica si la inflación va en aumento y el equipo económico presenta una nueva regla fiscal que aumenta el gasto y la relación deuda/PIB?
Las expectativas del mercado financiero, así como el análisis de respetados economistas, encuentran sustento en una realidad macroeconómica que empeora dramáticamente desde que Lula da Silva ganó las elecciones en octubre de 2022.
A diciembre de 2022, la tasa de desempleo fue del 7,9%, la más baja en 8 años. En estos pocos meses del gobierno de Lula, el desempleo subió al 8,8%. La expectativa de crecimiento de Brasil para 2023 deberá ser de un mísero 0,8% según el Banco Mundial, ubicándolo entre las tasas más bajas de América Latina.
En febrero de 2023, hubo una caída de casi 40% en las inversiones extranjeras en Brasil, al pasar de 10.800 a 6.500 millones de dólares en ese mes, según informó el periódico Globo.
El pasado 11 de mayo, la Confederación Nacional de la Industria indicó el índice de confianza de la industria que aún indica pesimismo, debajo de los 50 puntos entre un máximo de 100.
Por lo tanto, las expectativas negativas del mercado financiero no son meramente especulativas. Hay base teórica y números macroeconómicos que justifican un pesimismo en la economía brasileña.
@LucasRibeiro_RI