MIAMI.- Como es costumbre, Adamari López no tema abordar temas difíciles en el programa de Youtube Ada y Chiqui De Show para visibilizar algunas situaciones y empatizar con sus seguidores y animarlos a buscar ayuda con especialistas si así lo requieren.
En su más reciente edición, la presentadora y actriz compartió cómo, mientras transitaba su lucha contra el cáncer y en medio de las múltiples emociones que la enfermedad le produjo, sintió la necesidad de atentar contra su vida a causa de una solicitud que le generó gran estrés.
"Con quien estaba casada tenía un concierto, yo todavía no estaba recuperada. Y me dieron boletos para repartir entre mi familia y los amigos. El estrés de que todo el mundo pedía y me reclamaba (que les diera entradas), como si yo tuviera el control de los boletos del concierto que era de mi pareja", inició.
"Y, en un momento dado, esto no lo he dicho nunca, era una tontería, con mi hermana por teléfono por los boletos, me dieron ganas de estrellar el carro", manifestó con lágrimas.
Empatía ante la vulnerabilidad
La conductora del programa Desiguales de Univision recordó que en ese entonces ella no entendía porqué personas cercanas y familiarizadas con su lucha se preocupaban más por unas entradas.
"'¿Para qué me joden?'. Yo decía, yo ya tengo mi propio peso de mis propios problemas para que alguien me venga a reclamar por algo en lo que yo no tengo que ver, era una tontería pero estaba tan agobiada con tanta cosa, lo recuerdo claramente, lo que yo tenía ganas era de estrellar el carro y no tener tanto problema", señaló, al tiempo que Chiquibaby le tomaba la mano.
Asimismo, expuso que aunque a muchos les puede parecer una tontería la razón que detonó ese sentimiento, destacó que cuando las personas atraviesan situaciones que las mantiene en un estado de flaqueza, es importante tener tacto y empatía pues cualquier cosa puede desatar una contrariedad mayor.
Igualmente, insistió en que estas emociones están fuera del control de la persona que se encuentra vulnerable.
"Una cosa pequeña en un momento donde uno se siente tan vulnerable, puede hacerse muy grande. No es culpa de nadie... Simplemente a veces se nos olvida que la gente que está a nuestro alrededor, tiene sus propios problemas".