MIAMI.- Desde su estreno en 1944, durante la ocupación de Francia, la obra Huis clos, de Jean Paul Sartre (1905-1980), se ha visto en numerosos escenarios del mundo con títulos disímiles: Sin salida, A puerta cerrada; también como Acorralados, que es la versión de Eddy Díaz Souza que estrenó Artefactus Theater, bajo la dirección de Miriam Bermúdez.
Esta obra tiene un sitio destacado porque responde a la corriente del existencialismo impulsada por el propio Sartre y su esposa Simone de Beauvoir, por ello verla una vez más en escena es un acercamiento a esa tesis donde el individuo y su enfrentamiento con la libertad y su circunstancia, jugaron un papel muy importante, convirtiendo al matrimonio en los mayores exponentes filosóficos de una época… Muchas cosas han cambiado desde entonces, vale aclarar.
En Acorralados el dramaturgo penetra en el individuo enfrentándose a sí mismo. La mirada discurre en tres personas, dos mujeres y un hombre, que llegan a un recinto algo indefinido al principio, pero a medida que se desarrolla la acción, las situaciones se van aclarando. Los que llegan son conducidos a un salón por una especie de mayordomo, que allana el camino para que poco a poco se desdoblen, en medio del miedo, la inseguridad, el cuidarse del otro. Los tres por diferentes razones, aguardan el arribo de un verdugo, que no llega y al final queda establecido quién es el verdugo.
Las diferentes situaciones y frases van conduciendo a los puntos clave del texto: “esta habitación no me gusta”, “una habitación peculiar”. El ambiente es sobrio, espejos, una puerta que no se puede abrir, La luz no se apaga, hay numerosas escaleras y pasillos. Se habla de condenados. El primero en llegar es un escritor, le sigue una empleada de correos y finalmente una joven mujer. Todos esconden un pasado aterrador.
Miriam Bermúdez dosifica las tensiones con sutileza, proporcionando los elementos de manera acompasada hasta atrapar al público en el mundo de los protagonistas. Cada intérprete oculta algo en su personalidad, y hasta el encargado del lugar, es esencial en el conjunto, pues se desdobla en personajes y ayuda a marcar el ritmo.
El escritor, que interpreta Carlos Bermejo, un actor con sólida trayectoria, maneja muy acertadamente su doble personalidad de hombre agresivo y a la vez temeroso. La actriz Vivian Morales, intensa y dominante todo el tiempo, es Inés, una mujer lesbiana, que intenta coquetear con Estella, personaje que lleva con soltura Lorena Moll.
El otro actor masculino es Yojan Martínez, incursiona por primera vez en escena con éxito, afrontando un notable desafío, pues es el personaje que más se desdobla a lo largo de la hora de espectáculo.
Aunque esta obra es muy conocida, no sería justo develar a dónde llegan los personajes y las razones que los han conducido al sitio. Es parte del desarrollo del texto.
Lo meritorio de Acorralados es el manejo de la psicología de los protagonistas, sus culpas y sus temores. La directora Miriam Bermúdez ha logrado ambientar de manera simple y directa la escena y el detalle de acompañar parte de la puesta con multimedia, aportada por el actor y director de cine Steven Salgado, enriquece el conjunto.
Acorralados se presenta el viernes 23 y sábado 24, a las 8:30 pm, en Artefactus Cultural Project, 12302 SW 133 Ct., Miami, 33186. Reservaciones al (786) 704-5715.