LOS ÁNGELES.- ¿Cómo pueden nuestros prejuicios raciales o sociales ser explotados por los poderosos? En Zootopia 2, Disney examina esta pregunta para desmontar nuestras ideas preconcebidas, enfrentando a su improbable dúo policial, una coneja y un zorro, al miedo hacia los reptiles.
Nueve años después de la primera edición que se llevó el premio Óscar, Zootopia 2 se sumerge en un universo que le ha valido a Disney ventas por 1.000 millones de dólares en todo el mundo a pesar de, o debido a, esta clara ambición moral.
"Lo que es genial sobre estas películas es que son como fábulas", dijo a la AFP Byron Howard, uno de los dos directores de la película.
"Estos animales son una forma genial para poner un espejo frente a la naturaleza humana y los errores que cometemos", agregó.
Esta entrega invita a sumergirse de nuevo en Zootopia, una metrópolis moderna donde depredadores y presas han aprendido a coexistir sin devorarse entre sí, aunque los estereotipos continúan influyendo en las relaciones.
Judy, la primera coneja en formar parte de la fuerza policial de la ciudad, le demuestra a sus colegas machos, como búfalos, hipopótamos y jabalíes, que ella merece su lugar en el departamento de investigaciones.
En su camino, la coneja forja una inesperada alianza con Nick, un zorro solitario cuyo pasado como estafador revela que puede ser un valioso recurso en la fuerza.
Explotar los estereotipos
Esa amistad incipiente será puesta a prueba cuando una serpiente, una especie prohibida hace mucho en la ciudad, comete un robo durante la gala de celebración del centenario de la metrópolis.
Pero cuando llega el momento de arrestar al culpable, Judy descubre que la serpiente cascabel Gary simplemente trata de revelar un secreto para reivindicar el honor de su familia.
"Tenemos muchos conceptos erróneos sobre los reptiles y las serpientes en general", comenta el co-director Jared Bush.
Pero Gary es "el personaje más bondadoso, cálido y vulnerable que hayamos hecho".
A pesar de las objeciones de Nick, Judy deja escapar a Gary y ambos policías se vuelven fugitivos. Entonces comienzan una aventura que los lleva a descubrir cómo los gobernantes de Zootopia han explotado los estereotipos para mantener a los reptiles excluidos de la ciudad.
Como toda pareja dispareja, Judy y Nick chocan constantemente a medida que avanzan hacia el inevitable final feliz.
"Tienen formas muy diferentes de ver el mundo", dijo Howard.
"Fue realmente divertido para nosotros ponerlos a prueba y básicamente hacer que se miraran y dijeran: '¿Son estas diferencias demasiado para que nuestra alianza tenga éxito?'".
Una fábula por la diversidad
Con una banda sonora que incluye pegajosas canciones pop de Shakira, quien también retoma su papel como Gazelle, Disney produjo un cuento que promueve la diversidad, algo que parece estar a contramano con la actualidad.
Al igual que la primera entrega, lanzada en 2016 al comienzo del primer mandato de Donald Trump, esta lección sobre convivir choca con la dirección que ha tomado Estados Unidos bajo un presidente que rutinariamente desprecia a los inmigrantes y socava la noción de inclusividad.
Disney, acusada por los conservadores de ser progresista, ha sido objeto de una investigación por parte de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), que está examinando sus prácticas de contratación.
Pero para los creadores de Zootopia, estos paralelismos con los eventos actuales son simplemente una coincidencia de tiempo para una historia destinada a ser atemporal y que tomó varios años desarrollar.
"Como seres humanos, existe esta tendencia natural a mirar una diferencia en otra persona y preocuparse por ella o tener una opinión al respecto", dice Bush.
"Lo que estamos tratando de decir con esta película es que, sí, esas diferencias existen, pero somos más fuertes gracias a ellas".
FUENTE: AFP