MIAMI.-Vuelve el ímpetu del flamenco a las tablas de Miami.
MIAMI.-Vuelve el ímpetu del flamenco a las tablas de Miami.
La décimo tercera edición del festival Siempre Flamenco, que se celebrará del viernes 31 de agosto hasta el domingo 2 de septiembre en el Carnival Studio Theater del Arsht Center, contará con las actuaciones del bailaor José Barrios, los cantaores Macarena de Jerez, Paco del Pozo y José Méndez y los guitarristas José Luis de la Paz y José Cortes Panzekito.
DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con el bailaor José Barrios, quien ya se encuentra en la ciudad y se alista para su actuación, que marca la tercera vez que se presenta en el festival.
¿Qué bailarás en esta ocasión? ¿Cómo hiciste la selección?
Voy a interpretar dos piezas. Abriremos con un paso a dos por Alegrías con mi querida Celia Fonta, una coreografía creada para inaugurar esta decimotercera edición de este Festival.
También interpretaré un solo con el que le bailaré a cantes grandes como El martinete, Seguiriya y Cabal. He escogido esta pieza porque contrasta con el primer número que bailo con Celia, además, conociendo la gran fuerza vocal y el virtuosismo en la guitarra de los artistas que este año forman el cartel del festival, estoy seguro que tanto yo como el espectador lo vamos a disfrutar a lo grande.
¿Qué te hace regresar a Miami por tercer año consecutivo?
El enorme cariño a esta tierra, el compromiso de querer seguir creciendo y traer siempre algo nuevo. La ilusión de compartir con quien sabe respetar este arte, la manera de entenderlo y expresarlo. Todo esto, entre otras muchas razones, son motivos de alegría a la hora de pisar este festival que tan acertadamente han creado mis amigos de Siempre Flamenco.
Siendo aún muy joven, hace unos 20 años, cuando salí con mi maleta de Córdoba rumbo a Madrid, uno de los primeros lugares donde aterricé fue en la ciudad de Miami. Desde aquella fecha he vuelto en varias ocasiones. Como tengo aquí grandes amigos y muchos conocidos, siento mayor responsabilidad y más ilusión, además de un gran respeto y estimación por el público aficionado al flamenco. He trabajado duro para no decepcionar.
¿Qué destacas del público miamense?
El público de Miami, como el del resto de EEUU, respeta mucho el flamenco. Sabe escucharlo, lo saborea y lo disfruta. Y es tanta la afluencia de latinos que, a diferencia de otros países que acostumbro pisar, aquí en su mayoría entienden las letras, lo que se canta, la enorme sensibilidad y la gran carga emocional que existe en los cantes flamencos.
¿Qué fue lo que te sedujo del flamenco?
El flamenco desde pequeño se escuchaba en casa. Mi padre era un gran aficionado. Mi hermana bailaba, fue mi primera maestra. Mis hermanos organizaban pequeñas reuniones en casa, y yo podía escuchar a las grandes figuras del cante. No recuerdo cuando sentí que quería dedicarme a esto. Siempre he estado enamorado del flamenco y del baile. Ha sido algo innato en mí. He crecido con ello.
¿Qué te inspira a la hora de bailar en los tablaos?
Yo soy un enamorado de los teatros. Es uno de los grandes regalos que me ha ofrecido esta profesión: pisar grandes escenarios por todo el mundo. Pero, de vez en cuando, me gusta bajar al tablao, sentir la guitarra y el cante sin micrófonos; mirar a la gente a la cara, sentir su energía de cerca, esa magia que diferencia el tablao del gran teatro, es algo que me encanta. Son dos sensaciones totalmente diferentes, dos maneras de experimentar esta forma de expresión. No sabría decir cuál me gusta más. Las dos tienen algo que las hacen únicas, pero para mí son igual de adictivas.
¿Cómo describirías ese momento en el que te entregas al flamenco?
Magia, libertad, emoción, a la vez que responsabilidad, disciplina, trabajo. Tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta: bailar. Después de tantos años de carrera, no puedo evitar esos nervios previos al escenario y entregarte al público. Es algo que no sé cómo explicar, lo cierto es que cuando empiezo a bailar, se olvida todo y sólo queda soñar, disfrutar, volar.
¿Cuáles son tus influencias artísticas?
Podría nombrar muchos artistas a los que he admirado y de los que he aprendido, desde Antonio Gades en su genial faceta de creador y coreógrafo, hasta Antonio Ruiz Soler, un artista genuino y talentoso ejecutor.
Después vendrían grandes figuras ya más contemporáneas a nuestra época y que también han servido de guía en mi formación. Siempre comento cuando doy alguna clase, curso o una clase magistral, que es inevitable aprender de quienes admiramos. Pero siempre con un fin: hay que ser auténtico, único; hay que perseguir y conseguir identidad propia como artista.
¿Dónde sueles presentarte en España?
No dejo de viajar. Seguimos haciendo los grandes festivales por España como el de Jerez, la Bienal de Sevilla, el Festival de la Guitarra de Córdoba. Bailo mucho en Madrid. También visitamos a menudo el norte: Barcelona, Bilbao, pero no dejamos de viajar por todo el mundo.
El flamenco es un arte rico y bienvenido en cualquier parte. Es algo impresionante, un fenómeno extraño y mágico.
¿Continúa siendo el flamenco privilegiado en suelo español o dirías que las nuevas corrientes lo desafían?
Creo que el flamenco siempre va a tener un lugar privilegiado en la escena artística española. Mi país es tierra de gente con gran talento y así lo están demostrando los grandes bailarines, que no dejan de aparecer de otras disciplinas como el ballet clásico o contemporáneo. Es algo fantástico, pero, a la vez, creo que el flamenco nunca va a estar de menos. Me atrevería a decir que está más despierto que nunca. Es un arte joven, vivo, que no deja de evolucionar.
¿Qué significó ser premiado por la crítica nacional del flamenco como el mejor bailaor?
Para mí un premio es un empujón para seguir adelante con más fuerza aún. En este caso, además de que lo concedía la crítica, con más razón. Fue una gran alegría y fuerzas para mantener esta incansable intención de crear, de trabajar, de bailar.
Siempre Flamenco fue creado por Paco y Celia Fonta, quienes quisieron recrear hace 13 años en Miami algo de lo que vivían en las noches flamencas madrileñas, cuando visitaban la capital española cada verano.