EDGAR CHERUBINI LECUNA
Especial
Exposición compuesta por inmensas telas desplegadas bajo la cúpula de un complejo arquitectónico ideado por Oscar Niemeyer
EDGAR CHERUBINI LECUNA
Especial
Los colores inundan el interior del Centro Niemeyer, en Avilés, España, en un espacio de aproximadamente 4.000 metros cuadrados. Se trata de la ambientación cromática Color Espacial, del artista Carlos Cruz Diez, compuesta por inmensas telas desplegadas bajo la cúpula de este representativo complejo arquitectónico ideado por el célebre arquitecto Oscar Niemeyer. Las Inducciones Cromáticas (Induction Chromatique) promueven un diálogo en el espacio, ya que es el observador quien hace que surjan nuevas gamas de colores a medida que recorre los espacios interiores de esta magnífica edificación.
Cruz-Diez, Color Espacial, editado en 2015 por la Cruz Diez Foundation, está ilustrado con notables fotografías de esta espectacular puesta en escena del color. Adriana Cruz, presidente de la institución, define Color Espacial como una ambientación cromática efímera. “Se trata de una obra in situ concebida especialmente por el artista para el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer. El color, presente en los muros y las columnas del recinto, se compone y se descompone ante nosotros mediante distintas gamas de color. Evidencia de que el fenómeno cromático no es una certeza como se ha establecido a través del tiempo, sino una circunstancia efímera y aleatoria que se modifica continuamente y que puede existir por sí misma sin ayuda de la forma y aun sin ayuda del soporte”.
El color es un acontecimiento
Para Cruz-Diez, realizar una obra de arte dentro de otra obra de arte, fue un grato desafío, ya que se trataba de espacios circulares y paredes curvas, característicos del estilo arquitectónico de Niemeyer. Cruz-Diez, habituado a manejar escalas monumentales en sus obras integradas a la arquitectura, revistió los muros y columnas con “soportes de acontecimientos cromáticos” y tuvo la idea de desplegar desde lo alto de la cúpula enormes telas con las Inducciones Cromáticas. En el libro, Cruz-Diez expresa de manera elocuente el concepto de dicha exposición: “Toda mi obra, en sus diferentes manifestaciones, pretende revelar otra percepción y otro disfrute del mundo del color. No como una anécdota de la forma, sino como un hecho de transfiguración, “una situación”, “un acontecimiento” que evoluciona de instante en instante durante el paso diario del sol”.
Contemplación vs participación
En sus obras, Cruz Diez sustituye la contemplación objetiva y pasiva por una participación activa. Esto lo confirman los cinco mil visitantes a la exhibición. Numerosos estudiantes de las escuelas de Asturias vivieron esta experiencia cromática, por demás inédita, y una serie de talleres pedagógicos se efectuaron en colaboración entre la Cruz Diez Foundation y el Centro Niemeyer. “Este programa de talleres – comenta Adriana Cruz - gira en torno a la obra e investigaciones sobre el color de Cruz Diez y forma parte de la política que en el área pedagógica viene adelantando la Fundación, con el objetivo de dar a conocer a las nuevas generaciones la obra del artista, despertar la creatividad y ampliar sus conocimientos sobre el arte”.
Una integración armoniosa entre el arte y la arquitectura
Carlos Cruz Diez (1923), es una figura mayor del arte contemporáneo, especialmente del arte óptico cinético. Su proposición plástica, una de las más originales de ese movimiento, nos revela al artista como uno de los últimos pensadores del color del siglo XX. El artista, define sus investigaciones y propuestas como Arte del Movimiento y Espacio Reales.
Oscar Niemeyer (1907-2012) es considerado uno de los personajes más influyentes de la arquitectura moderna internacional. Entre sus obras monumentales se destacan, la sede de la ONU (1952), El Palacio de Plananalto (1958), la ciudad de Brasilia (1960), la sede del congreso de Brasil (1960), entre otras. El Centro Niemeyer, inaugurado en 2011, obra arquitectónica única en España del célebre arquitecto, diseñada especialmente para el Principado de Asturias y descrita por su autor como “una plaza abierta a todo el mundo, para la educación, la cultura y la paz”, en esta oportunidad consagró sus espacios al diálogo cromático creado por el artista cinético Carlos Cruz Diez, una integración armoniosa entre el arte y la arquitectura.
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