Eliécer Márquez, ‘El Funky’, llegó a Estados Unidos para participar en la vigésimo segunda edición de los premios Latin Grammy, y desde su arribo anunció que no regresaría a Cuba, a donde le habían impuesto una medida cautelar y permanecía vigilado por la Seguridad del Estado por ser uno de los raperos más críticos contra la dictadura, y uno de los que goza de mayor popularidad junto a Maykel Castillo, ‘Osorbo’, ambos pertenecientes al Movimiento San Isidro.
“Han sido semanas cargadas de alegrías, pero también de muchas gestiones para poder participar en los Latin GRAMMY. Estoy contento con todo lo que ha pasado porque Cuba estuvo conectada viendo la transmisión de los premios y la gente se emocionó. Este triunfo es de ellos”, dijo El Funky a DIARIO LAS AMÉRICAS, quien recibió dos galardones de la academia en la categoría Mejor canción del año y Mejor canción urbana por el tema ‘Patria y Vida’, devenida himno por la libertad de Cuba que interpreta junto a Yotuel, Gente de Zona, Descemer Bueno, Maykel ‘Osorbo’.
Sobre su llegada
El Funky llegó a Miami gracias a una carta de invitación gestionada por organizaciones artísticas y de Derechos Humanos que impulsaron la solicitud para que el rapero pudiese salir de la isla, donde vivía asediado, vigilado, y bajo una medida cautelar.
“Esta medida consistía en firmar [ante agentes de la Policía política del régimen] cada inicio de mes. Por otra parte, para salir de mi barrio tenía que pedir un permiso especial. Básicamente era perseguido y vigilado constantemente, pero por suerte no estaba en prisión, y eso me permitió poder salir del país a diferencia de Maykel [Osorbo]”.
“La carta de invitación era para Maykel y yo, pero como él estaba preso no le concedieron el permiso para viajar”, aclaró el joven, quien desde su llegada a Miami realiza un fuerte activismo por la liberación de Maykel y del reconocido artista Luis Manuel Otero Alcántara, quien también fue parte del videoclip de ‘Patria y Vida’, dirigido por Asiel Babastro.
“La Seguridad del Estado en Cuba hace lo que le da la gana. Y la gente tiene que entender que cuando eres asediado y estás bajo una situación de hostigamiento es muy difícil sobrevivir porque ellos manipulan psicológicamente a tus familiares, amistades, y tratan de excluirte de todo y de todos”, dijo El Funky consultado sobre las críticas que surgieron tras su arribo a Miami, por personas que aseguran que abandonó la lucha en la isla.
“Cuando se es opositor en Cuba las amenazas y chantajes son continuos. Ellos limitan la vida de una persona, uno no puede trabajar. Yo, por ejemplo, estaba censurado. Por otra parte, no solo no puedes trabajar, sino tampoco puedes recibir dinero de nadie porque ellos aseguran que es dinero que EEUU tiene destinado para financiar actividades contrarrevolucionarias en Cuba. Fuera de eso, eres golpeado y maltratado, porque la Seguridad del Estado es una mafia dispuesta a hacer cualquier cosa para defender esa basura de revolución”, sentenció el rapero que tiene permiso legal de permanecer en Estados Unidos durante un mes, sin embargo, confesó que comenzará a realizar trámites migratorios para quedarse.
“Yo no pienso regresar a Cuba porque estoy proclive a ir preso, y mi vida corre peligro. Si estoy aquí es porque me cansé de los golpes, del abuso, de la represión y de la miseria. Además, si estamos todos presos allá no resolvemos absolutamente nada. Voy a quedarme en este país, y voy a aprovechar la oportunidad de manifestarme libremente y de presionar por la libertad de mis hermanos y de Cuba, que es el objetivo de todos”.
Rapeando en libertad
El Funky asegura que Cuba está cambiando, y que desde que llegó Internet los jóvenes han asumido otra forma de pensar.
“Nos dimos cuenta de eso el 11 de julio cuando salió el pueblo a la calle.
“Pienso que es un país que está cambiando porque esta nueva generación no entiende de adoctrinamiento. No repite consignas como ‘Seremos como el Che’, ya que está viendo la realidad en Internet. La gente se dio cuenta de que Cuba está sumergida en la miseria, es un país donde no hay medicamentos, alimentos, donde no hay manera de comprar un par de zapatos y peor aún, no hay futuro”.
Consciente del alcance artístico y social que puede tener desde Estados Unidos, El Funky, quien comenzó a rapear en Cuba desde el año 2001, afirma que, aunque se quede a vivir fuera de la isla, seguirá impulsado líricas contestatarias que reflejen la realidad que se vive en su país.
“Soy un hombre joven y tengo una vida y una carrera por delante. Y ahora mi compromiso es abogar por la libertad de Cuba y por mis amigos presos. Más que una causa, ése es mi compromiso. Sé que estoy en Estados Unidos y que aquí se ven las cosas desde otra perspectiva, pero seguiré hablando de lo que sucede en la isla porque de ahí vengo”, dijo el joven que en Cuba se vio obligado dejar atrás a su hijo de 11 años y a sus padres.
“Mi padre está enfermo, y eso me hace tener que convivir con un sentimiento de tristeza, pero también de alegría por el hecho de estar aquí”, confesó el intérprete quien reconoce que antes de salir del país ya había tenido que separarse de su hijo a causa del hostigamiento que padecía.
“Mi hijo vive en Guantánamo con su madre y sus abuelos porque yo no quería que viera el asedio que sufría. Él está contento y orgulloso de mi, incluso me dice que quiere cantar… Ojalá siga mis pasos porque aquí estaré yo para apoyarlo como padre”.