LIUBLIANA.- REDACCIÓN DLA / dpa
Con apenas 23 años de independencia, Eslovenia, el país europeo que formó parte de la desaparecida Yugoslavia de Josip Broz Tito y hoy es miembro de la Unión Europea, figura en las guías de turismo con sus altas montañas, una ciudad de ensueño y turismo de salud.
De hecho, el extremo norte del país está dado por los Alpes julianos, donde abundan las estaciones de esquí durante el largo invierno.
Durante el verano, cuando la naturaleza resurge con sus colores, el campo se tiñe de verde y las praderas dejan entrever los pequeños pueblos centenarios.
También tierra adentro, a unas 30 millas de la costa que mira al mar Adriático, está Liubliana, la capital eslovena, con apenas 300.000 habitantes.
No obstante, esta aparente pequeña urbe, que gira en torno al río Ljubljanica y está coronada por un castillo medieval, ostenta un impresionante inventario de arquitectura barroca y modernista que dejan entrever la influencia del art nouveau que tanto nos gusta.
El casco histórico se recorre fácilmente a pie. De esta manera, puede disfrutar las fachadas de hermosas edificaciones y pequeñas plazas donde abundan los restaurantes que celebran la gastronomía del país.
Más naturaleza
Precisamente en Dobrna, a 40 millas de la capital Liubliana, encontramos uno de los baños termales más antiguos de Europa, a donde los romanos acudieron en la antigüedad.
“Bajo los tres escalones, me sumerjo en el agua tibia y rápidamente siento el alivio en todo el cuerpo”, manifestó Ludwig Neubert, quien junto a su esposa Anneliese acude a este paraíso de la salud todos los años.
En realidad, no es necesario estar enfermo para disfrutar los efectos medicinales de un baño termal. Además de curar ciertos padecimientos físicos o prevenir otros, una zambullida en el agua enriquecida por los minerales es ante todo relajante, un arma mortal contra el estrés.
"Aquí todo es fantástico. Nos atienden muy bien. Además, el paisaje es precioso", afirmó la señora Neubert mientras señalaba el horizonte, donde una manada de venados se prestaba a beber agua en un río.
Cómo llegar
Si porta pasaporte estadounidense, canadiense o europeo no necesita visa o permiso de entrada. Cualquier otra nacionalidad del documento de viaje debe consultar el consulado del país europeo. Visite el portal Slovenia.info para obtener más información sobre el destino turístico, incluyendo los detalles necesarios sobre el clima, el hospedaje y la gastronomía.
