LONDRES.- A sus 75 años, la reina Camila llevará para su coronación uno de los vestidos más importantes de su vida. E ironías del destino, eligió para crearlo al diseñador británico Bruce Oldfield, famoso por haber vestido a la princesa Diana.
LONDRES.- A sus 75 años, la reina Camila llevará para su coronación uno de los vestidos más importantes de su vida. E ironías del destino, eligió para crearlo al diseñador británico Bruce Oldfield, famoso por haber vestido a la princesa Diana.
En 1953, Isabel II lució para su coronación un vestido de un cuento de hadas, marcado por el satén, los bordados y el encaje. Desde entonces, la prenda ha sido expuesta en museos como un objeto histórico.
Probablemente, el de Camila sea menos suntuoso, ya que Carlos III y su esposa quieren una coronación menos grandiosa en un momento en que los británicos se ven duramente castigados por la inflación. "Todos observarán este vestido y será analizado en detalle", subraya Caroline Young, autora del libro The colour of fashion.
"Este vestido la definirá. Pasará con él a la historia", estima Miranda Holder, experta en moda real.
A su llegada a la abadía de Westminster, el vestido será cubierto por la robe of state, una lujosa pieza de terciopelo bordada creada en 1953 para Isabel II.
Según los medios británicos, Camila eligió a Oldfield para diseñar su vestido de coronación. Tanto el palacio de Buckingham como el diseñador se negaron a hacer comentarios cuando fueron contactados por la AFP.
Este diseñador de 72 años es famoso en el Reino Unido desde la década de 1980, cuando la exesposa de Carlos, la princesa Diana, lo convirtió en uno de sus creadores favoritos. Oldfield diseñó decenas de vestidos de noche para ella, incluyendo algunos de los más famosos y glamurosos de la princesa de Gales, quien falleció en 1997 en un accidente de tráfico en París.
"Él desarrolló su estilo, su estética trabajando con Diana, que fue su musa", asegura Holder. Pero tras su separación de Carlos en 1992, Diana se alejó también del diseñador.
Oldfield se ha convertido desde entonces, junto con otros británicos, en uno de los creadores favoritos de Camila. Fue él quien diseñó un elegante vestido negro que la reina llevó en marzo en Alemania durante la primera visita de Estado de la nueva pareja real.
"Le di a Diana su glamur y a Camila su confianza", dijo en 2014.
El estilo de Isabel II era reconocible por sus colores vivos, y el de Kate - esposa del príncipe William- es uno de los más comentados del planeta, pero a veces el de Camila deja indiferente.
"No creo que la gente diga: '¡Guau! Mira lo que lleva puesto'. Pero ella sabe perfectamente qué ponerse en cada momento", comenta Young.
Le gustan los colores pastel pero también las joyas llamativas, señala Holder. "Y viste de forma muy natural en su tiempo libre", agrega. "Tenía unos 60 años cuando se casó con Carlos, lo que representó cierta ventaja: fue menos escrutada que Kate o Meghan", las nueras del rey.
En cuanto a su vestido para la coronación, las apuestas están abiertas. Holder cree que será en tonos azules o, de lo contrario, en tonos pastel. Pero no negro: "el negro es para la noche, la alfombra roja o para el luto", enumera.
Espera muchos símbolos que recuerden a los países de la Commonwealth y a las cuatro naciones constituyentes del Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte).
Camila llevará la corona de la reina María, abuela de Isabel II. Asimismo, como homenaje a la icónica monarca fallecida en septiembre, se incluirán en ella varios diamantes de su colección personal, que la madre de Carlos III solía llevar como broches.
Young cree que el atuendo de Camila no será tan llamativo. "No es fácil, porque ha sido criticada durante años", agrega, por haber sido la amante de Carlos. "Sabe que su reputación está en juego".
También apunta a la crisis que sufren los británicos, con una inflación que sigue por encima del 10%. "La coronación podría ser criticada por ser demasiado ostentosa, demasiado cara y Camila tiene esto en mente", considera la autora.
Holder, en cambio, quiere pompa y circunstancia y señala que ya se ha reducido el número de invitados: "¡Espero que podamos permitirnos una moda fantástica!".