lunes 30  de  septiembre 2024
GASTRONOMÍA

Libia quiere reconocimiento internacional para su cuscús

El cuscús, plato estrella del Magreb asociado por lo general a Marruecos, Argelia y Túnez, también es una tradición en Libia

SABRATHA.- El cuscús, plato estrella del Magreb asociado por lo general a Marruecos, Argelia y Túnez, también es una tradición en Libia, cuya población aspira a un reconocimiento internacional de su patrimonio gastronómico.

En el sitio del antiguo teatro romano de Sabratha, a unos 70 kilómetros al oeste de la capital Trípoli, trabajan decenas de cocineros. En unas horas presentarán al público un cuscús gigante, especialidad bereber cocinada en todo el norte de África.

"No dormí en toda la noche", dice sonriente a la AFP uno de los cocineros, mientras descansa sentado unos minutos en medio de un jardín.

En inmensas cacerolas de acero inoxidable, otros siguen removiendo la sémola enrojecida por la salsa de tomate y reúnen los ingredientes ya listos en grandes platos recubiertos con papel de aluminio.

Sobre un plato de cuatro metros de diámetro se vierten luego los cerca de 2.400 kilos de sémola, carne de cordero, calabaza y especialmente el bossla, un preparado de cebollas con mantequilla.

Las familias se reúnen alegremente alrededor de plato gigante, vigilado por policías, mientras que unos jóvenes filman la escena con sus teléfonos celulares.

Con un abrigo negro y un velo rojo, Ahlam Fakhri, que vino de Trípoli, se alegra de ver a los libios reunidos pese a la tensión política reinante y tras los violentos años que sucedieron a la caída y muerte del dictador Muamar Gadafi en 2011.

"Vengo de un pueblo conocido por su cuscús, que se puede oler a kilómetros", dice con orgullo esta mujer médico que ha viajado mucho.

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Un grupo de músicos tradicionales toca alrededor de un cuscús gigante preparado por chefs libios en el sitio del antiguo teatro romano de Sabratha, a unos 70 km al oeste de la capital Trípoli, el 10 de marzo de 2023.

Un grupo de músicos tradicionales toca alrededor de un cuscús gigante preparado por chefs libios en el sitio del antiguo teatro romano de Sabratha, a unos 70 km al oeste de la capital Trípoli, el 10 de marzo de 2023.

"Patrimonio no protegido"

"Todo el Magreb es famoso por su cuscús, que nos distingue del Oriente árabe", asegura con orgullo. "Es una parte de nuestra identidad, de nuestra cultura, de nuestro patrimonio y estamos orgullosos", añade.

Sin embargo, Libia es el único país del Magreb que no figura en las tradiciones del cuscús inscritas desde 2020 en el patrimonio cultural inmaterial de la Unesco, debido a que el Estado no adhirió a esta convención de la ONU.

La sociedad civil se moviliza a través de diversas iniciativas para hacer avanzar el asunto presionando a las autoridades, envueltas en una grave crisis política en este país dividido en dos bandos rivales.

Con su asociación destinada a apoyar el turismo y preservar el patrimonio, Ali Mesaud Al-Ftimi organiza cada año un cuscús gigante en un sitio histórico, para enviar un mensaje al Parlamento.

"Adherir a esta convención no solo facilitará preservar el cuscús, sino la cultura y el rico patrimonio libio que no está protegido", dice este militante asociativo de 54 años.

El cuscús gigante, como la jornada nacional de los vestidos tradicionales y otras iniciativas, es el fruto de un impulso popular, comenta, en espera de que los parlamentarios ratifiquen la convención internacional en un futuro cercano.

"Más que un plato"

Libia podría así unirse a Mauritania, Marruecos, Argelia y Túnez alrededor del tema del cuscús, pues una inscripción no significa la propiedad o la exclusividad definitiva para uno o varios países, asegura la Unesco.

En Trípoli, Monira Zwait espera que eso se logre. Esta chef de cocina de 43 años abrió su propio restaurante en la capital, compartiendo en Facebook y YouTube sus creaciones de pastelería inspiradas en las actuales tendencias. Pero el cuscús es una línea roja: ella respeta escrupulosamente la receta tradicional.

Luciendo bordados dorados libios en su uniforme blanco de chef de cocina, ella prepara sus platillos preferidos echando un poco de sal, un poco de pimienta en polvo y algo de canela, lo que da un toque especial.

"El cuscús no es un plato que se come, sino el espejo de la civilización y de la experiencia transmitida de generación en generación", insiste Monira Zwait, quien fue iniciada muy joven por su madre.

Muy apegada a su patrimonio, ella defiende la manera más simple de preparación cuando cocina los platos tradicionales.

"La comida habla a todo el mundo, pues nos comunica una experiencia a la vez colectiva e íntima", argumenta.

FUENTE: AFP

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