GEYSELL CISNEROS
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@geycisne
Tiempo después de que Moneda Dura se estableciera en Miami, sus seguidores mantienen el mismo anhelo por su música
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Una voz que penetra hasta los huesos, letras que abrigan las historias de muchos cubanos y ganas de prevalecer. Eso es Moneda Dura, una combinación de ideas y agitación de pensamiento que han colocado a este grupo de músicos en el corazón de todos, los de aquí, y los de allá.
Mientras La Habana dormía en el año 1997, Nassiry Lugo, vocalista de la agrupación, despertaba en el panorama musical cubano con un estilo diferente y fresco que lo situó y mantuvo entre los preferidos del público, trascendiendo al momento, las ideologías y las decisiones.
Hoy, tiempo después de que Moneda Dura se estableciera en Miami, sus seguidores mantienen el mismo anhelo por su música, y es innegable que las letras albergan el mismo significado y propósito de años atrás, cuando canciones como Callejero o Cubano de donde vengas sonaban fuerte en el imaginario social de Cuba.
“Desde el primer disco la crítica social ha estado siempre presente en nuestros temas. Criticar la sociedad que nos rodea no es algo que haya surgido de pronto, es algo con lo que hemos crecido”, afirmó Lugo a DIARIO LAS AMÉRICAS.
En consonancia con la crítica social que ha prevalecido en su trayectoria musical, El jueguito, su más reciente sencillo, también denuncia la censura que vive la sociedad.
“El mensaje es claro. La canción juega con el sarcasmo y el doble sentido, pero la idea es más que evidente para quien la quiera ver. El control, el engaño, la manipulación de la información por parte de los medios y la censura, son flagelos sociales que Orwell nos presentó en su libro 1984 y que aún se mantienen en muchas de nuestras sociedades”, explicó.
Con este tema musical fresco y alegre, que entre líneas invita a tomar la verdad como una opción para ser libres, Moneda Dura continúa escarbando en las heridas que aún no sanan.
“Este tema musical sólo intenta llamar la atención una vez más sobre la represión. Es una denuncia vestida de fiesta que nació de ver tanta manipulación, tanto descontento social y de ver que muchos quieren cambios pero muy pocos hacen algo realmente para cambiar”, afirmó.
De la mano de El jueguito, el próximo sábado 26 de diciembre, Miami podrá disfrutar los éxitos de la agrupación en Open Stage Club en Coral Gables.
“Cerraremos este 2015 con un concierto. Las puertas abrirán a las 9 p.m. y empezaremos a tocar sobre la media noche. Ha sido un año muy productivo y queremos celebrarlo con todo nuestro público como se merece. Nuestro público es lo máximo”, agregó.
Los venideros proyectos de Lugo y su banda sorprenderán a los seguidores con algo más íntimo, y aunque aún se encuentra en los preparativos, no descarta la posibilidad de que a principios del próximo año se haga realidad, primero en la Capital del Sol, y luego en otras ciudades del país.
“Moneda Dura acústico es algo que siempre he querido llevar a la escala de concierto. Cuando nos reunimos con amigos y empezamos a cantar existe una conexión y un intercambio, por eso quiero hacer esta descarga acústica con nuestro público, para hablar de los temas y sus historias, para cambiar la forma de tocarlos, cantarlos y enriquecerlos con la retroalimentación que se logra cuando estamos más cerca”, agregó.
Aunque el grupo está teniendo mucho éxito en esta orilla, nunca es fácil desprenderse de las raíces, o de los lugares en que el público coreó sus canciones, pero comenzar de nuevo es un desafío que afrontan positivamente.
“Supuso retos, un reencuentro con esa persona despojada de fama o reconocimiento y apoyo y, a partir de esa desnudez, empezar a avanzar. Recuperar un público que en algún momento vivió con nuestra música y convencer a otros que nunca la había oído”, expresó.
“Por suerte, y es algo que siempre digo, nuestro público es lo mejor que nos ha pasado. Siempre está ahí, siempre nos quiere, nos apoya, nos da fuerzas. No importa si estás sonando en la radio o empezando de nuevo”, concluyó.
Moneda Dura fue un motor impulsor para muchos jóvenes cubanos en una época en que necesitaban soñar a través de la música. De diversas maneras alimentaron esas esperanzas, que hoy son las mismas que su público le entrega para que triunfen.
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