ROMA.- La hermana Cristina Succia. (EFE)
dpa
Cuando una monja italiana anunció el mes pasado que entre los temas incluidos en su nuevo disco había un cover de Like a Virgin de Madonna, la reina del pop estadounidense expresó su entusiasmo con un fotomontaje en Twitter en el que se las ve una al lado de la otra, con el mensaje: "¡Hermanas para toda la vida!"
"Me gustó mucho ver sus tuits", comenta en entrevista con dpa la hermana Cristina Scuccia, en una muestra más de que no se trata de una monja como las demás.
Scuccia, la religiosa de 26 años que ganó este año la primera edición en Italia del concurso de talentos La Voz, está embarcada en el lanzamiento de una carrera en el mundo del espectáculo con la salida de su primer disco el 11 de noviembre.
Un video de Scuccia en YouTube cantando No One, de Alicia Keys, durante su presentación en La Voz en marzo ha sido visto ya más de 60 millones de veces. Tres meses después fue la ganadora del concurso.
En su disco, llamado Hermana Cristina, Scuccia canta 12 temas, en inglés, portugués e italiano, entre los que destacan precisamente No One y Like a Virgin.
"Elegí a propósito cantar música pop", revela la religiosa en una entrevista respondida por escrito a dpa. "Pienso que usar una herramienta y un lenguaje que entienden todas las generaciones para mandar un mensaje es la mejor forma de evangelización".
"Las canciones que elegí tratan todas del amor (...) Amor que yo dedico a Él (dios), pero que cada uno puede tomar y dedicar a lo que deseen", añade.
Sin embargo, la decisión de la monja no está exenta de controversia. El video que acompaña la versión de la hermana de Like a Virgin fue rodado en Venecia, al igual que el original de Madonna. Y se trata de un tema que desde su lanzamiento en 1984 ha sido atacado por fuerzas conservadoras por promover la promiscuidad sexual.
El mes pasado, un editorial del Servicio de Información Religiosa, una agencia de noticias de la Conferencia Episcopal Italiana, sugirió que sor Cristina había elegido la canción para generar polémica y atraer publicidad. Por eso, condenaron la decisión como "una llana operación comercial".
Scuccia no parece sufrir con las críticas. "La belleza de Dios es precisamente esa: que nos deja ser libres", afirma. "Sigo su ejemplo y pienso que es correcto que cada uno pueda expresar su opinión".
En vista de la posible colisión con su vida religiosa hubo dudas acerca de si la monja, nacida en Sicilia y que vive en un convento en Milán, seguiría una carrera artística. Un sencillo publicado tras su victoria en el concurso se situó en el número uno de las listas de éxitos italianas.
"Siempre dejo mi futuro en manos de la providencia", señala Scuccia. "Todo lo que pasa procede de él (dios) y yo lo acepto con amor y devoción", añade, y evita responder sobre si saldrá de gira o no con el álbum.
La hermana también reitera que le encantaría ser recibida por el papa Francisco. "Sería un sueño para mí encontrarme con él, para entregarle la primera copia de mi disco y recibir su bendición".
En otra entrevista con la emisora Mediaset el mes pasado, la hermana señaló que todos los ingresos por el disco serán destinados a la caridad.
