miércoles 20  de  septiembre 2023
Analísis

Teenage Mutant Ninja Turtles: los héroes de antes y los problemas de ahora

Finalmente, nuestros héroes de la infancia -las tortugas ninja- entrarían al cine por la puerta grande
Diario las Américas | LUIS BOND
Por LUIS BOND
Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem | Official Trailer (2023 Movie) - Seth Rogen

El ser humano siempre vivirá entre polaridades. En la industria del entretenimiento de las últimas décadas esta dicotomía se vive entre el futuro del entretenimiento (IMAX, streaming, realidad aumentada, etc) y la nostalgia por experiencias del pasado (películas, canciones, moda, etc). Como bien decía Marcel Proust, “el único paraíso es el paraíso perdido” y es lógico que, en un mundo tan inestable, haya toda una generación que desee volver a las salas de cine para reencontrarse con esos héroes de antaño que sirven como un puente a esa tierna infancia. Desde revivir franquicias del siglo pasado con secuelas, precuelas y reboots, hasta llenar cualquier historia nueva con memorabilia de “un tiempo mejor”, el cine lleva años lucrándose de la nostalgia de adultos que ahora pueden pagar las cosas que no pudieron tener de niños y que desean compartir con sus hijos lo que sus padres no hicieron con ellos.

Esta fascinación por el pasado ha hecho que varias franquicias revivan de forma espantosa (como Charlie's Angels, Herbie Fully Loaded, Garfield, The Munsters Today, etc), pero también ha permitido que viejas historias puedan actualizarse y ofrecernos una nueva visión de sus personajes de cara al mundo en el que estamos (como Wednesday, 21 Jump Street, Creed, Star Trek). Es en este segundo enfoque es donde conseguimos Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem (Tortugas Ninja: Caos mutante), un nuevo reboot que será la delicia de grandes y chicos por su propuesta visual y narrativa que se sale del molde de lo que estamos acostumbrados a ver. Uno de esos pocos ejemplos donde el presente supera con creces a nuestro pasado idealizado.

La historia se centra en la rutina de Donatello (Micah Abbey), Michelangelo (Shamon Brown Jr.), Leonardo (Nicolas Cantu) y Raphael (Brandy Noon), cuatro tortugas adolescentes mutantes que viven en las cloacas de la ciudad de Nueva York bajo el cuidado de su maestro —y figura paterna— Splinter (Jackie Chan). Por razones obvias, el cuarteto se mantiene en las sombras, subiendo en las noches al mundo de los seres humanos para obtener comida y otros insumos sin que nadie los vea. Como cualquier puberto, los hermanos están ávidos por conocer gente y experimentar cosas típicas de su edad (como ir al colegio, hacer amigos, explorar su talentos, tener reconocimiento, ir al cine, etc), pero Splinter es sumamente estricto con las limitadas interacciones que deben tener sus hijos con el mundo exterior (un lugar peligroso y que odia todo lo que es “diferente”). Las cosas se complican cuando Leonardo, Donatello, Michelangelo y Raphael se consiguen con April O’Neil (Ayo Edebiri), una adolescente que trabaja en un periódico escolar y que los incita a que se enfrenten a Superfly (Ice Cube), un misterioso villano mutante que desea destruir a la ciudad de Nueva.

A pesar del éxito de su serie animada, las Tortugas Ninja no han tenido una buena relación con la gran pantalla. Todas sus adaptaciones live action han sido destrozadas por la crítica, haciendo que cada reboot tenga que cargar con el fracaso del anterior y vivir perennemente bajo la sombra de las series animadas (que, en la otra antípoda, les ha ido bastante bien). Es por eso que cuando Seth Rogen anunció que estaba trabajando en una película de esta franquicia muchos pensamos que, finalmente, nuestros héroes de la infancia entrarían al cine por la puerta grande. Y, efectivamente, así fue. Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem es, de lejos, uno de los mejores reboots que se han hecho en la actualidad.

Contrario a lo que podría pensarse, el triunfo de esta nueva entrega radica en todos los cambios que sus guionistas hicieron para alejarse de la fuente original y entregarnos un producto completamente nuevo. Decisiones valientes y controversiales (como el rediseño de April O’Neil, la ausencia de Destructor o resaltar visualmente la personalidad de cada una de las tortugas), pero que están completamente justificadas y van en favor del desarrollo de la historia. Esto hace que Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem sea lo más cercano a una historia de orígenes que hemos tenido de estos personajes. En ella podemos ver su transición de la infancia a la adolescencia, pasando de ser un grupo de hermanos inmaduros e irresponsables hasta dar el primer paso que los convertirá en los héroes con los que crecimos.

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Tortugas Ninja  

Tortugas Ninja

Escrita por Seth Rogen (Superbad, Pineapple Express, This is the End, Sausage Party), Evan Goldberg (Superbad, Sausage Party, This is the End), Jeff Rowe (The Mitchells vs the Machines, Disenchantment, Gravity Falls), Dan Hernandez (Pokémon: Detective Pikachu, The Tick, The Addams Family 2) y Benji Samit (Pokémon: Detective Pikachu, The Tick, The Addams Family 2), Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem posee un delicado equilibrio entre aventura infantil, secuencias de acción alucinantes, comedia de todo tipo (física, parodia, sátira) y unas gotas de drama coming-of-age. Todo esto apoyado en un subtexto que explora los prejuicios que tenemos frente a todo lo que es “diferente” a nosotros y, al mismo tiempo, la necesidad de poder aceptarnos antes de encajar en cualquier otro lugar. Una mezcla que tiene como resultado un guion divertido, inteligente, mordaz y aleccionador que será la delicia de los adultos y los más chicos.

La dirección de Jeff Rowe (The Mitchells vs the Machines) y Kyler Spears (Amphibia) rebosa personalidad y nos traen una visión completamente nueva de Las tortugas ninja en formato animado. Más allá de la fluidez en cada pelea llena de acrobacias, las elipsis lúdicas para crear chistes (a lo Edgar Wright) o la composición espectacular de cada cuadro, el principal atractivo de Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem recae en tener espacios para la comedia a través de conversaciones llenas de juegos de palabras y situaciones enrevesadas. Gracias a que los actores pudieron grabar todas las voces de sus personajes interactuando entre ellos en cada escena, los diálogos de Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem tienen una fluidez que recuerda por momentos al trabajo de Quentin Tarantino o Aaron Sorkin (algo atípico en el cine animado donde cada actor suele grabar su voz en solitario). Esto le da a cada escena una rapidez que, apoyada en la animación, hace que todas las interacciones se sientan profundamente orgánicas.

Regresando al apartado visual, el diseño de producción de Yashar Kassai (The Book of Life, Spider-Man: Into the Spider-Verse,The Mitchells vs the Machines) tiene una impronta bastante llamativa. Emulando trazados infantiles y toscos (con colores que se salen de los marcos, líneas quebradas o temblorosas), Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem se aleja de otras propuestas interesantes dentro del género destilando originalidad. Sí, por momentos parece recordarnos a Spider-Man: Into the Spider-Verse, pero con el pasar del metraje descubrimos que son dos cosas completamente diferentes (Si Spidey es un cómic sumamente estilizado, las Tortugas Ninja son un libro de colorear pintarrajeado por un niño con problemas de motricidad fina). Por supuesto, este caos tiene un atractivo visual hipnótico. Cada cuadro está lleno de pequeñas referencias a la serie original, la cultura pop y es tan bello que provoca enmarcar cualquier fotograma al azar y tenerlo en la sala de la casa. Por si fuera poco, la puesta en escena está llena de homenajes variopintos que jamás pensaríamos conseguir en un cine para “niños” (como Oldboy, The Fly, Shingeki No Kyojin o The Big Lebowski). Como ya es costumbre , la banda sonora de Trent Reznor y Atticus Ross (The Social Network, Watchmen, Mank) es perfecta y se acompasa sin problema con la gran cantidad de canciones de hip-pop que conseguimos durante toda la historia.

A pesar de tener un cast de primera dando voces a todos los antagonistas de la historia (Maya Rudolph, Seth Rogen, John Cena, Rose Byrne, Giancarlo Esposito, Natasia Demetriou, Paul Rudd, Post Malone, Hannibal Buress), los que se roban el show de la historia son el cuarteto protagónico y Ayo Edebiri. La dinámica entre las tortugas y April es sumamente fluida y natural, haciéndonos sentir que realmente estamos frente a un grupo de hermanos / amigos que están divirtiéndose con esa inocencia que solo poseen los niños. Al mismo tiempo, cada una de las voces logra su cometido de acentuar la personalidad de los personajes a los que da vida (como las inseguridades que tiene Leonardo como líder, el mal genio de Raphael, el tono cool de Michelangelo o la voz nerd de Donatello). De la misma forma que el diseño de su personaje cambió, esta April dista mucho de ser la reportera intrépida y famosa de nuestra infancia, ahora, es una chica insegura y desadaptada que intenta conseguir su lugar en un mundo que le rechaza (como a sus nuevos amigos, las tortugas).

Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem no es el típico reboot superficial que suele hacerse con personajes icónicos del pasado. La propuesta de sus realizadores es traer las Tortugas ninjas a la modernidad, enfocándose, por primera vez, en el Teenage que les da su nombre, haciendo que tengan que lidiar con todos los temas de un adolescente: la necesidad de pertenecer a un grupo, el primer amor, la construcción de vínculos en el desarrollo de la personalidad, las complejidades de tener un padre sobreprotector, conseguir un lugar en el mundo a través de nuestros talentos y hobbies, el delgado equilibrio entre rebelarte al sistema y hacer lo correcto, la lucha contra el bullying y los prejuicios, etc. El resultado es una película que humaniza como nunca antes a nuestros héroes de la infancia y les abre la puerta a un nuevo público que los acogerá con tanto —o más amor— que la generación de los 80 que creció con sus aventuras. Como toda buena película animada, Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutant Mayhem nos regala un mensaje que aplica para todas las edades: primero tenemos que aceptarnos a nosotros mismos para después conseguir nuestro lugar en el mundo y ser aceptados por los demás. No hay que segregar lo “distinto”, la clave está en la integración de ese “otro” que, aunque parezca una tortuga mutante, tiene más en común con nosotros de lo que podríamos pensar. Solo en la diversidad tenemos espejos para reconocernos e integrar aquello que jamás podríamos ver si nos quedamos atrapados en la caja de resonancia de lo que creemos que es igual a todos.

Lo mejor: su propuesta visual es sumamente original. La construcción de sus personajes, motivaciones y desarrollo. Sus diálogos ingeniosos, graciosos y llenos de ritmo gracias al cast. La música de Trent Reznor y Atticus Ross. Su último acto, resolución y escena post-créditos.

Lo malo: todos los prejuicios alrededor de ella por el rediseño del personaje de April O’Neil (que, a pesar de sus detractores, está completamente justificado). Posiblemente sea opacada por Spider-Man: Across The Spider-Verse en la temporada de premios.

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