jueves 16  de  enero 2025
ALTRUISMO

Tommy Clark, el fotógrafo cubanoamericano que documentó las protestas del 11J

Nacido en Miami, Clark estuvo más de dos años sin poder salir de la isla y ahora cuenta cómo captó imágenes que dieron forma al documental Ellos gritan libertad

MIAMI.- A Tommy Clark lo sorprendió en Cuba el estallido social del 11 de julio de 2021. El fotógrafo cubanoamericano había llegado a la isla meses antes de que iniciara la pandemia y no pudo regresar a Florida hasta mayo de 2022. Y lo hizo con imágenes que sirvieron para dar forma a un documental que narra la cruda realidad de los cubanos, una situación que ha empeorado en los últimos años y que provocó que el pueblo saliera a las calles, desarmado, a exigir el fin de la dictadura.

“Creo que no fue coincidencia. Fue el destino que hizo que estuviera allá y pudiera captar lo que pasó”, dijo Tommy Clark en una entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS, que concedió vía telefónica desde Jacksonville.

La mañana de aquel domingo de 2021 transcurría como cualquier otra. Clark Jugaba con un perro que había rescatado de las calles, le tomaba fotos y se hacía selfis cuando escuchó los gritos y salió a uno de los balcones de su apartamento en Centro Habana. Primero creyó que era uno de esos desfiles “patriotas” en los que los cubanos están obligados a participar. Pero pronto constató que, ante sus ojos, ocurría lo que jamás imaginó presenciar, aunque era algo que había esperado desde siempre.

“Era un día normal, sin nada que hacer. Yo tenía un perro callejero, estaba jugando con él, dándole comida y tirándole fotos. La cosa estaba mala, no había comida, no había nada. Yo vivía con la puerta abierta para que entrara el aire. Empecé a oír gritos, pero no entendía qué estaba pasando. Caminé al balcón y vi la calle llena de gente entrando a la ciudad. Todo el mundo gritaba ‘libertad’, ‘libertad’, ‘no tenemos miedo’. Ahí pensé esto es otra cosa. Era lo que había querido toda mi vida, pero era la última cosa que pensé que vería. Siempre me había imaginado que eso iba a suceder un día. Entonces demoré unos segundos en digerir lo que estaba sucediendo y me dije: esto es una protesta”, recordó.

“Estaba en shorts, me vestí y bajé rápido las escaleras desde un quinto piso. Tuve que volver a subir, porque el teléfono estaba casi descargado. La suerte fue que tenía una batería que usaba para recargar cuando se iba la corriente. Ahí cogí la bicicleta y una mochila donde puse la batería. Salí y ahí fue cuando vi más gente y empezó a llegar la policía. Yo pensaba que era algo que estaba pasando solo en la esquina de mi casa, no sabía que era algo nacional. Pero me monté en mi bicicleta, me paré en una esquinita y empecé a grabar y tirar fotos. Yo también gritaba. La policía empezó a reprimir y a agarrar a la gente. Me amenazaron porque estaba tirando fotos y trataron de agarrarme, pero me dejaron ir porque estaba en la bicicleta y había mucha gente”, añadió.

Las imágenes clandestinas que Clark grabó de las manifestaciones y luego logró sacar de la isla forman parte del documental Ellos gritan libertad, de la cineasta Melinda Raebyne, con quien el fotógrafo había trabajado años atrás en Washington. Ambos siguieron conectados a través de las redes sociales y cuando Clark empezó a publicar videos de las protestas, Raebyne lo contactó.

“Ella vio cuando publiqué en Instagram videos de las protestas en Cuba y me preguntó cómo estaba la situación con el COVID. Ahí empezamos a hablar y le dije que era mejor hacer la historia sobre las protestas. De ahí surgió la idea de la película”, dijo Clark.

“Las imágenes de las protestas, de la represión de la policía, son mías. El productor de la película( asistente de Melinda) buscó en las redes videos que tienen que ver con temas que tocamos”.

Imágenes estremecedoras

La depauperación y colapso de los hospitales durante la pandemia es uno de esos temas que retrata el documental, con escenas impactantes como la de cadáveres amontonados en los hospitales, enfermos sin asistencia o ancianos indigentes. La película narra el estrés diario que vive el cubano de a pie, así como los problemas que se enraízan en una sociedad donde escala la tasa de alcoholismo y la violencia doméstica; donde abunda el profesional sin futuro que se gana la vida trabajando en lo que sea. Pero también retrata el sentimiento de pérdida de muchos exiliados.

“El maltrato del gobierno a los ciudadanos durante el COVID, la falta de medicinas, de oxígeno, la gente estaba muriendo. Normalmente no hay comida, pero se puso peor. La cosa estaba muy mala. Todo estaba cerrado. Las personas mayores se estaban enfermando y no de COVID, y no podían ir al médico. El gobierno no estaba apoyando, estaban reprimiendo, ponían multas, no había comida, no había doctores. La gente no podía trabajar, no se podía ir al hospital. Esa fue la gasolina que puso a la gente mal, eso fue lo que activó las protestas”, dijo Clark.

Asimismo, la película revela que las donaciones que se enviaban a los cubanos desde el exterior eran vendidas por el régimen en tiendas por divisa. También muestra los derrumbes de edificaciones y las vidas humanas que han cobrado.

“Toca el tema del cubano de a pie. La mayoría de la gente vive en casas en mal estado, que en cualquier momento se pueden derrumbar. Yo me sentaba en el balcón, en una calle principal, y veía que pasaban los bomberos, pero no había fuego. Pasan porque llovió el día anterior y, cuando sale el sol, el cemento se infla y se cae un techo. Hay un video muy fuerte que muestra cómo se cae un edificio y mata a un señor”, contó.

“Tenía miedo. Yo era el único americano caminando en las calles. Grabé las protestas y después las colas y diferentes situaciones. Estaban vigilando a los que estaban grabando, tenía miedo de que me fueran a revisar los mensajes, de que me cogieran preso por 30 años. Llamé y escribí a la embajada porque quería salir y nadie me respondió”.

Su historia

Hijo de un estadounidense y una cubana, Tommy Clark, quien creció en Miami, quiso viajar a la isla para ayudar, no como el típico turista. Pero chocó con una dura realidad. No es tan simple llegar a un lugar como Cuba y surgir, ni siquiera cuando se tiene buenas intenciones.

“Por mi mamá ser cubana, decidí hacer una locura. Un día de visita en Cuba me dijeron en inmigración que podía ser cubano. Y yo dije bueno así puedo entrar con un pasaporte, más fácil, menos costo. Y puedo comprar casa, abrir negocios. Puedo apoyar más viviendo ahí como un cubano. Yo tenía mi cabeza en las nubes. Quería abrir una galería, como un círculo infantil de arte, quería ayudar a niños huérfanos. Pero aprendí que esa gente (el gobierno) no deja hacer nada de eso”.

Sobre cómo vivió ese tiempo esperando salir, comentó:

“Fue una pesadilla. Llegó un punto en el que estaba muy ansioso. Cuando parecía que no había fin, dije voy a hacer una rutina como si estuviera en prisión. Por la mañana tomaba café, entraba a las redes sociales. Luego salía en la bicicleta con mi mochila a buscar comida. Compraba lo que encontrara, un pedazo de pollo, un tomate, aceite; lo que fuera que encontrara, ni preguntaba”.

Narrado por Tommy Clark, Ellos gritan libertad, tuvo su estreno en Miami, con el apoyo de ArtesMiami, fundación creada por la cubanoamericana Aida Levitán, promotora de arte y filántropa.

El actor Andy García, el actor Laz Alonso y la activista Rosa María Payá, son algunos de los entrevistados. La banda sonora fue compuesta por Jorge Gómez, productor musical ganador del Grammy.

El documental ha sido premiado en festivales internaciones de cine, en Italia y Washington. La directora Melinda Raebyne indicó que trabajan en la distribución del filme.

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