MIAMI.- Un nuevo libro concebido en Miami tras una desilusión amorosa explora el engaño y la vulnerabilidad en el contexto de las relaciones de pareja hoy en día.
El libro Entre la razón y el deseo explora el engaño y la vulnerabilidad en el contexto de las relaciones de pareja hoy en día
MIAMI.- Un nuevo libro concebido en Miami tras una desilusión amorosa explora el engaño y la vulnerabilidad en el contexto de las relaciones de pareja hoy en día.
La autora, una ejecutiva de una empresa extranjera, escribió Entre la razón y el deseo: amor y traición entre dos mundos, valiéndose de su segundo nombre y su apellido de soltera en un intento de representar a tantas mujeres, también llamadas María, quienes tal vez han vivido el amor, la vulnerabilidad y la resiliencia en medio de relaciones que las marcaron profundamente.
En las páginas del libro con matices eróticos, María Asti-Schulz, quien además recién se reponía del duelo que le dejó la viudez, narra su decepción tras descubrir que el hombre que la sedujo vivía una doble vida: pasaba tiempo con ella como su entrenador personal mientras la enamoraba y le hacía falsas promesas, pero a la vez continuaba viviendo con su esposa y, a diferencia de lo que le contaba y ella creía, no estaba separado.
Basada en hechos reales, la historia pareciera extraía del guion de una serie turca, pero sin final feliz, aunque la autora asegura que la experiencia le ha hecho crecer y reflexionar. Por eso quiso plasmar en su primer libro lo vivido, con la misión de inspirar a otras mujeres a superar un fracaso sentimental y, de alguna manera, prevenir que sus congéneres sean engañadas por “estafadores emocionales”, que hoy suelen ser tildados de “narcisistas”.
Conversamos con la autora de origen peruano para conocer detalles de la publicación, que ya se puede adquirir en Amazon y que está a la venta en inglés y español.
- ¿Cuál fue la motivación tras este libro?
La motivación nació de una necesidad vital: poner en palabras una historia real de amor, pasión y traición que me marcó profundamente. Escribir Entre la Razón y el Deseo fue una forma de sanar, pero también de transformar el dolor en un testimonio que pueda servir a otras mujeres. No es un libro escrito desde el rencor, sino desde la verdad y el deseo de mostrar que incluso en medio de la devastación, uno puede levantarse y reencontrarse consigo mismo.
Yo a él no le guardo rencor. En mi libro le agradezco porque sin él, mi libro no existiría. Me entristece muchísimo haber conocido personas que tienen una idea equivocada de lo que es el amor, que se sabotean y terminan encerrándose en una cárcel emocional que no les permitirá tener una vida plena ni conocer el amor bonito.
- ¿A quiénes dirías va dirigido?
Va dirigido a todos los que en algún momento sienten la contradicción entre lo que dicta la razón y lo que empuja el deseo. Especialmente a quienes se han sentido atrapados en relaciones donde el amor se mezcla con la mentira y la manipulación. Quiero que quienes lo lean encuentren un espejo, pero también una luz de esperanza y fortaleza.
- ¿Qué enseñanzas o reflexiones nos deja sobre las relaciones hoy en día?
Que el amor verdadero nunca hiere ni minimiza, sino que impulsa y da paz. El libro refleja cómo hoy, en tiempos de tanta inmediatez, muchas relaciones carecen de compromiso real y se alimentan de egoísmo o conveniencia. La gran enseñanza es que una relación sana se construye con respeto, reciprocidad y verdad. Sin eso, todo se derrumba tarde o temprano.
-Un consejo a las mujeres que al igual que tú han atravesado un duelo y una desilusión amorosa en tan poco tiempo de intermedio
Mi consejo es no culparse, no cargar con lo que no les corresponde. El duelo duele, pero también abre la oportunidad de reconstruirse. El amor propio es el único ancla que nos sostiene cuando todo se derrumba afuera. Y, sobre todo, que no se mendiga amor, porque el amor que se ruega deja de ser amor. Cuando uno da más de lo que recibe, nace un desequilibrio que tarde o temprano pasa factura. Dar demasiado puede parecer generoso, pero en realidad es una forma de olvidarse de uno mismo. El amor sano no se mide en sacrificios desiguales, sino en reciprocidad.
- ¿Cómo has logrado superar esa mala experiencia?
Yo no lo llamaría mala experiencia porque aprendí que el mundo no es la burbuja rosa en la que me mantuvo mi esposo y al quedarme sola era necesario que lo aprendiera. Aprendí que existen mujeres que son engañadas y pierden su valor y autoestima por querer mantener una relación que se convierte en tóxica haciendo del matrimonio una cárcel emocional que desgasta tarde o temprano.
Yo estoy sanando, con mucha introspección y rodeándome de personas genuinas. La escritura fue mi catarsis, el gimnasio mi refugio físico, y la fe en mí misma mi motor. Mi fortaleza está en mi alta autoestima y la seguridad personal que tengo. Y eso se lo debo a mi esposo que me recordó siempre a mantenerla en alto. Descubrí que la verdadera superación no llega de olvidar, sino de resignificar lo vivido y transformarlo en aprendizaje.
- ¿Qué aprendiste de todo esto y qué harías diferente la próxima vez?
Aprendí a poner límites claros, a escuchar más mi intuición y a no justificar lo injustificable. La próxima vez elegiría desde la paz y no desde la necesidad. Porque cuando uno se elige primero, no acepta migajas disfrazadas de amor.
- ¿Volverías a darle una oportunidad al amor?
Sí, absolutamente. Creo en el amor bonito, que suma y que no teme a la transparencia. Yo soy una persona positiva y creo en el amor. Quiero caminar libremente por el mundo con un amor libre y pleno, y que mi pareja también sienta mi amor en libertad. El amor no debe ser una cárcel emocional para nadie. No cierro las puertas, pero ahora sé con certeza lo que merezco. Y eso cambia todo: el amor que vuelva a mi vida tendrá que estar a la altura de la mujer que soy.