Desde que llegó a las Grandes Ligas Alex Rodríguez ha sido alguien especial. En las buenas y en las malas. En su mejor momento nadie fue mejor que él y en su peor tampoco nadie peor. Y ahora vive otro capítulo especial de su vida como pelotero, uno que lo tiene por el sendero de la ilógica, desafiando las tendencias y que lo tiene sonriendo otra vez.
Al menos ahora han quedado las sombras del dopaje, del escándalo y se encuentra en las candilejas, disfrutando y viviendo con el bate una luna de miel inesperada. Porque nadie se imaginaba que casi a los 40 años regresara y después de una temporada fuera y con operaciones en la cintura como lo está haciendo ahora.
El veterano criado en Miami y de padres dominicanos es la punta de lanza de unos sorprendentes Yankees de Nueva York que lideran el Este de la Americana y en gran parte gracias al aporte de A-Rod, cuya inesperada actuación lo tiene en el umbral de los 3.000 hits y le permitió sobrepasar las 2.000 carreras impulsadas.
“A mí también me ha sorprendido”, confesó el coach de los Yankees, el dominicano Tony Peña. “Aunque sé lo duro que siempre trabaja”.
Lo de A-Rod ha sido una de las buenas noticias de 2015, una historia de redención.
“Me siento bien. Grandioso”, dijo Rodríguez en su paso por la ciudad que llama su hogar, Miami, el lugar donde se formó como jugador, pero que también fue el centro de uno de sus escándalos más sonados, el de la clínica Biogenesis que curiosamente se encontraba al frente del campo que la Universidad de Miami que lleva su nombre.
Ilógico
Cualquiera diría que casi a los 40 años se es un anciano en las mayores. Y la historia así lo dice, pero A-Rod no es un jugador cualquiera. Cuando todo el mundo pierde velocidad en el swing, el hoy en día bateador designado de los Yankees no lo ha hecho.
Según Baseball Savant, entre todos los peloteros que han conectado al menos 100 batazos en juego, Rodríguez es sexto en términos de la velocidad con la que la pelota ha salido de su madero. Sus conexiones han salido más rápido, en promedio, por ejemplo que las de Mike Trout o Paul Goldschmidt.
De hecho, con la excepción de los estacazos que se han pegado en el Coors Field, ha sido un bambinazo de Rodríguez el que más lejos ha viajado este año en el béisbol de la gran carpa. Y para completar este panorama de resultados que pudieran sorprender, A-Rod es segundo en las mayores en este 2015 en promedio de velocidad que han salido sus batazos ante rectas.
Bud Norris, lanzador de los Orioles de Baltimore, tiene una teoría curiosa al respecto.
“La suspensión de 2014 lo ayudó porque perdió un año y medio. Tuvo un año completo para refrescarse” consideró el serpentinero.
Los rubros de las nuevas tendencias estadísticas también reflejan su gran actuación. Su OPS es de 142, es decir, que su actuación ha sido 42% mejor que el promedio de los peloteros, una cifra que no había alcanzado desde 2008, cuando a los 32 años, fue líder en slugging de la Americana y disparó 35 jonrones con 103 impulsadas en 138 partidos.
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La actuación de Rodríguez ha dejado de lado un poco toda la controversia que hubo a su alrededor con respecto al hecho de que los Yankees quisieron cesarlo y buscaron la manera de sacarse de encima el oneroso contrato que le resta.
“Nadie trabajó más duro que él durante el receso de temporada. Llegó en forma al spring training, así que hasta ahora todo muy bien”, dijo el dueño de los Yankees Hal Steinbrenner.
¿Hasta dónde llegará?
“Hasta donde me lo permitan”, señaló el jugador.
Su contrato vence en 2017 y ESPN asomó la posibilidad de que tras culminar recalando con los Marlins, como mánager.
“Miami es mi casa y es bueno estar en casa”, dijo A-Rod en su reciente visita a la ciudad.
Falta mucho, pero Jeffrey Loria, el propietario de los peces, adora hacer este tipo de movimientos mediáticos. Y Rodríguez nunca ha ocultado que le gusta el rol de mentor.
Pero por ahora prefiere seguir en el terreno, con los Yankees, y desafiando la lógica con cada turno al bate.
