IVÁN GONZÁLEZ ROMERO
El inicialista cubano de los Medias Blancas de Chicago dijo a DIARIO LAS AMÉRICAS que está preparado para defender la antesala, tal como pudiera suceder esta semana con los juegos interligas
IVÁN GONZÁLEZ ROMERO
@ivanGonRom
Luego de un año de experiencia y permanencia en Estados Unidos, José Dariel Abreu confiesa que no habla mucho inglés. El cubano, Novato del Año de la campaña 2014, cree que no le hace mucha falta todavía. “En realidad todavía no lo hablo bien. Apenas estoy machucando algunas palabras. Me he concentrado sólo en el béisbol, porque sin eso no existiría más nada. Voy cogiendo palabritas. Siempre hay gente que me ayuda en eso, incluso los americanos que hacen que agarre palabritas.”
La verdad es que no le ha hecho falta hablar para convertirse en figura. El inicialista de los Medias Blancas de Chicago sabe que en el béisbol todo se cuenta a través de los números y los suyos han hecho el suficiente ruido con sus batazos, tanto que la historia de este deporte lo sitúa entre los más grandes. En estos días llegó a 162 partidos como grandeliga, tiempo en el cual tenía promedio sobre .300, más de 40 jonrones y encima de las 120 empujadas, algo que sólo habían logrado Rudy York, Chuck Klein y Ryan Braun.
“Realmente no tengo idea de lo que está pasando con mis estadísticas. Sólo salgo al campo a dar lo mejor posible. Pero es algo que me parece bonito porque soy una persona que comienza en el béisbol y me están poniendo al lado de estrellas de todos los tiempos, porque son unas personalidades a quienes uno respeta”.
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Lo único que Abreu lamenta en estos días es el mal momento por el cual pasan los Medias Blancas, que han tenido marca negativa en esta arrancada de campaña, lo que les ha situado en los puestos más bajos de la tabla de posiciones en la División Central de la Liga Americana. La ofensiva patiblanca no ha respondido y para el sábado estaban de últimos en jonrones en las mayores con 16 (igualados con los Filis de Filadelfia) y penúltimos en remolcadas con 83.
“Desgraciadamente no estamos pasando por el mejor momento de la temporada pero todo el mundo sabe el gran equipo que tenemos. Créame que ahora mismo estamos haciendo los ajustes para salir de este mal momento y entrar en una buena racha. La temporada es larga y tenemos la confianza de que esto va a pasar. Lo primero que hacemos es revisar qué estamos dejando de hacer para ayudar al equipo. Tenemos que aportar más para ayudar al equipo a ganar”.
Fiebre alta
Abreu ya sabe qué debe hacerse en una temporada de Grandes Ligas, donde el agotamiento mental llega a ser más severo que el físico. De hecho habla del cansancio que se aloja en el pensamiento de los peloteros, debido a lo largo de la campaña. “Yo nunca había jugado tantos juegos en un año. Después de un momento, te agotas, pero hay que estar listo para jugar todos los encuentros”.
Sin embargo confiesa que no hubo nada diferente en su preparación para este 2015, respecto a lo que hizo en su año de novato. Es la misma rutina, aunque los resultados de este inicio no hayan sido los esperados. También aclara que la fiebre por jugar a la pelota le hace tomar la misma cantidad de turnos de práctica, algo que se ha vuelto una marca de fábrica para él gracias a la cantidad de veces que practica bateo.
Listo para mudarse
Al momento de esta conversación, Abreu no había recibido ninguna notificación sobre una posible mudanza a la antesala, aunque asegura estar listo para ese cambio si el mánager Robin Ventura lo pidiese. “Tomar rollings en la tercera base es parte de mi rutina. Diariamente, en las prácticas antes de los partidos, me colocó en varias posiciones para hacer mi rutina diferente. Aquí los White Sox nunca me han comentado nada sobre colocarme en la tercera base durante los partidos de interligas, pero si algún día tienen problemas o necesidades en algún partido, no tendría problemas en ayudar. Hay que jugar donde lo pongan a uno. En eso me enfoco”, cuenta este jugador que ya jugó como antesalista en la pelota cubana.
Lo único que pide para esta campaña en tener salud, pues el año pasado tuvo problemas con el tobillo a final de temporada, “pero en esta no ha habido más inconvenientes. Hemos trabajado para estar saludable”, añade. “Este es el mejor béisbol del mundo así que todo el mundo hace ajustes. El pitcher y el bateador. Yo lo estoy haciendo y lo asumo como parte de mi aprendizaje”.
Muy agradecido
Abreu ya es una de las figuras deportivas más notables de los Medias Blancas, tanto así que su camisa con el número 79 se vende bastante. A pesar de toda esa notoriedad, se mantiene enfocado en lo suyo, que es jugar a la pelota con intensidad. “Desde el año pasado mis compañeros me han ayudado mucho. Hay otros que me apoyaron y me aconsejaron para aprender de la esencia de este deporte, para poder lograr resultados”.
No olvida a Minnie Miñoso, quien falleció a finales de año, y quien siempre fue un mentor para él. “Siempre tengo en cuenta a Miñoso. Cuando firmé con los Sox siempre estuvo pendiente de mí. Se ha hecho difícil su falta”. También agradece la educación recibida en su casa, debido a la cual no se ha desviado en el camino mientras consigue más metas.
“Doy gracias a la vida por tener unos padres que me educaron de la mejor manera. Eso lo llevo presente todos los días. En el proceso de adaptación ha sido bueno porque me he adaptado a este país de la mejor manera”.
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