Norman Powell no solamente se convirtió en el jugador más efectivo en 13 de los 25 partidos en el inicio de la temporada del Heat, sino además es uno de los personajes con mayor sensibilidad social en la NBA.
Con su fundación, Norman Powell donó 100.000 dólares para las víctimas del huracán Melissa en Jamaica y alegra las celebraciones de Thanksgiving y Navidad
Norman Powell no solamente se convirtió en el jugador más efectivo en 13 de los 25 partidos en el inicio de la temporada del Heat, sino además es uno de los personajes con mayor sensibilidad social en la NBA.
Luego del catastrófico huracán Melissa que el 28 de octubre pasado arrasó Jamaica, la patria de su padre, Powell lideró una campaña de ayuda y donó a través de su fundación Entender la Rutina 100.000 dólares para socorrer a las víctimas.
Fue apenas otro de los gestos del notable jugador, quien desde hace ocho años organiza un evento para llevar alegría en la Navidad a quienes nada tienen.
Este año, pese a que el día de su evento, programado para el 18 de diciembre, coincidía con el partido del Heat contra los Nets en Brooklyn, la celebración salió adelante bajo la conducción de su madre, Sharon Powell, quien lleva las riendas de la fundación, sus hermanas Margaret Powell-Smart y Joniece Benjamin y amigos de toda la vida de su ciudad natal, San Diego, California, donde se realizó el evento.
“Mi madre es una gran impulsora para contribuir a la comunidad, ayudar a las familias y a quienes se encuentren en necesidad”, confesó Powell en una entrevista con el portal official de la NBA. “Verla de niño se me quedó grabada su actitud. Y siempre pensé que si llegaba a la NBA, nunca me olvidaría de donde salí. Siempre quise ayudar a la generación siguiente”.
Con el apoyo de algunas donaciones y la contribución de proveedores locales de alimentos entregaron 500 pavos gratis a familias de bajos recursos con motivo del Día de Acción de Gracias.
Powell reveló que su madre se encuentra muy activa con la comunidad y a través de entrenadores y profesores recibe la información de las familias que con más urgencia necesitan ser asistidas.
El contacto funciona todo el año y así se entregan tarjetas para adquirir cosas esenciales o regalos en las fechas de celebración.
La trayectoria deportiva de Powell en la NBA es espectacular. Se hizo notar con la Universidad de California. En el draft del 2015 fue seleccionado por los Bucks de Milwaukee, que de inmediato lo canjearon a los Raptors de Toronto. Ahí estuvo seis temporadas y tuvo la satisfacción de coronarse campeón de la NBA.
Después pasó a los Trail Blazers de Portland, donde estuvo un año y luego se incorporó a los Clippers de Los Ángeles, donde jugó del 2022 al 2025 cuando pasó al Heat.
Pese a sus éxitos en la NBA, Powell no olvida sus raíces y uno de sus objetivos es ver al equipo de basquetbol de Jamaica en los Juegos Olímpicos en Los Ángeles 2028.
Por tal motivo, Powell se incorporó a la selección de Jamaica y fue instrumental para clasificarse al torneo de las Américas 2027, gracias al segundo puesto logrado en su grupo en agosto pasado.
El siguiente grupo de Jamaica será frente a Canadá, Puerto Rico y las Bahamas.
Powell no solo tiene la mano extendida para jugar un basquetbol de altísima calidad sino a través de su fundación apoya a los jóvenes para que con el deporte encuentren un destino seguro en la vida.
El nombre de su fundación surgió gracias a una conversación con amigos de la infancia.
“Uno de mis amigos dijo: ‘Mucha gente no entiende la rutina y lo que toma tener éxito’”, comentó el delantero. “Aquello se me pegó y lo uso como una herramienta para afrontar los desafíos”.
En efecto, Powell entendió que para lograr los objetivos que uno se traza en la vida debe ser perseverante y eso es lo que inculca a través de su fundación.
Durante todo el año, su fundación ofrece a niños y jóvenes tutoría, apoyo educacional y campamentos anuales de basquetbol.
Su fundación tiene un programa de becas para niños con aptitudes atléticas y los contacta con personas para que los orienten en diferentes áreas. Cuando se acercan al momento de ir a la universidad, tienen oportunidades para obtener becas, auspicios y diferentes formas de asistencia.
“La ayuda puede ser también para útiles escolares, mobiliarios y ayuda para mudanza cuando van de la escuela a la universidad’, explicó Powell. “Mi madre viaje a los diferentes colegios donde los chicos han sido becados y los ayuda a establecerse, a integrarse a la comunidad y a darles facilidades para que puedan tener éxito”.
