MIAMI.- Los peloteros de los Reales se han formado juntos, con un núcleo que ha crecido en su mayoría desde las ligas menores. (AP)
IVÁN GONZÁLEZ ROMERO
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El sueño de la afición de los Reales de Kansas City, que era ver a su equipo de vuelta en una Serie Mundial, se ha hecho presente y ahora la ciudad lo disfruta. Debieron pasar 30 años para despertar y disfrutarlo, y se requirió de un trabajo de ingeniería delicado, que hace gran honor a la verdadera esencia del béisbol.
Los Reales han sido construidos sin grandes nombres en su nómina. James Shields, quien se convertirá en agente libre al finalizar la Serie Mundial, es el pelotero más caro, con un pago de 13 millones de dólares. Alex Gordon le sigue, con 10 millones esta temporada. El resto del grupo está compuesto por jugadores baratos, dentro del promedio de las Grandes Ligas.
Bajo costo
El secreto ha sido hacer germinar el talento de las granjas, guardando la chequera para reforzar lo que no han cosechado. Del line up abridor, Eric Hosmer (2008), Mike Moustakas (2007), Gordon (2005) y Billy Butler (2004) fueron tomados como primera selección del draft. Salvador Pérez, quien firmó como agente libre, también es producto de la organización, así como el lanzador Yordano Ventura.
A partir de allí fue cuando se construyó el resto del club. El lanzador Jeremy Guthrie, quien llegó en un cambio, también fue primera escogencia de los Indios de Cleveland. Jason Vargas, segunda selección de los Marlins, llegó a través de un cambio. Alcides Escobar fue canjeado desde los Cerveceros y Omar Infante firmó como agente libre, con un trato que dura hasta el 2018
En 2011, su nómina era de 38 millones de dólares, luego de un corte de casi 36 millones con respecto al año anterior. A partir de allí los salarios se incrementaron al firmar varios de los peloteros que hoy han llevado a la divisa a la Serie Mundial. Vale la pena compararlos con los Marlins, que este año tuvieron casi 46 millones de dólares en pagos, cuando en 2011 tuvieron más de 57 millones.
El sueño se está volviendo realidad en Kansas City. Han pasado 29 años desde esa última corona. Esta vez se acercan a la meta, con un juego efectivo y sin mayores presiones cuando saltan al terreno.
