RÍO DE JANEIRO.- El boxeador cubano Lázaro Jorge Álvarez, tres veces campeón del mundo, perdió este domingo ante el brasileño Robson Conceicao en las semifinales de la categoría de 60 kilogramos, y tendrá que conformarse con la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
"El mundo vio la pelea y sabe lo que pasó arriba del ring. (...) Dentro del ring había dos hombres y todo el mundo vio lo que pasó. Para mí, yo gané la pelea", dijo molesto el púgil cubano de 25 años.
"Me sigo sintiendo el mejor, acabo de demostrarlo. Pero los jueces no lo vieron así", lamentó.
Al término del combate, ambos luchadores levantaron los brazos, sintiéndose vencedores. Fue cuando el público brasileño tronó desde las tribunal al grito de "es campeón".
En opinión de Álvarez, los jueces, que resolvieron por unanimidad que el vencedor era el brasileño que ahora va por el oro, fueron influenciados en su decisión por la "bulla" (barullo) de la hinchada brasileña, que por momentos parecía que haría venirse abajo las tribunas del Pabellón 6 de Riocentro, en el oeste de Río.
"Ya saben que soy Lázaro Álvarez, tricampeón del mundo. En el mundo le he ganado a todo el mundo. Le he ganado hasta a él (Conceicao). Me siento el mejor. Y lo quiero dejar claro a todo el mundo", agregó.
Álvarez, quien también se alzó con el bronce en los Juegos de Londres 2012, dijo que no le queda un sabor amargo por el color de su medalla, pese a que no logró lo que vino a buscar a Brasil: "el oro".
"El sentimiento que me queda es que el deporte es así. Hay victorias, hay derrotas. Yo no quería dejar pasar este momento de Olimpíadas porque pasa cada cuatro años, pero así es la vida", afirmó.
"No me queda un sabor amargo porque detrás de todo esto hay mucho sacrificio, pese a que no logré lo quería que era la medalla de oro, son cosas que pasan en el deporte".
FUENTE: dpa