BARCELONA.- dpa.
El Barça suma 34 partidos sin perder y mantiene el liderato con una ventaja de ocho puntos sobre el Atlético de Madrid
BARCELONA.- dpa.
El Barcelona dio este domingo un nuevo paso para conquistar la Liga española de fútbol al imponerse 2-1 al Sevilla en un entretenido y disputado duelo en el que, una vez más, le tocó dar vuelta el marcador.
Los goles de Lionel Messi (31') y de Gerard Piqué (48') neutralizaron el tanto con el que Vitolo abrió, en el 12', el duelo por la vigésimo sexta fecha. Los azulgrana sumaron así tres nuevos puntos (66), que lo distanciaron a ocho del Atlético de Madrid (58) y a 12 del Real Madrid (54).
Ante el Sevilla, el último rival que había logrado doblegar a los dirigidos por el español Luis Enrique, el Barcelona logró enlazar su partido número 34 sin conocer la derrota e igualar así la marca que 27 años atrás estableció el Real Madrid del holandés Leo Beenhakker.
Los andaluces, no obstante, vendieron el récord caro y obligaron a los azulgrana a trabajar hasta el minuto final para, como había sucedido en los seis partidos anteriores en los que los de Luis Enrique se encontraron con un gol en contra de inicio, voltear el marcador hasta la victoria.
Sorprendentemente fresco pese a haber jugado el jueves en la Liga Europa, el Sevilla gozó de más de una ocasión para igualar el duelo en una segunda parte en la que el Barcelona, por momentos, se confió.
El primer acto del duelo resultó entretenido, con un Sevilla percutor de inicio y un Barcelona que, tras recibir un gol en una gran jugada de los andaluces, le fue tomando la medida al encuentro hasta convertirse en dominador sin necesidad de activar todas sus armas.
Agitado ofensivamente primero por el brasileño Neymar y guiado luego por Messi, el conjunto de Luis Enrique respondió al gran gol de Vitolo con una genialidad del astro argentino.
Si bella fue la triangulación armada por Iborra, Krohn-Dehli y Tremoulinas en el mediocampo y letal el posterior remate de Vitolo, solo en el área, a pase de Tremoulinas, más hermoso fue todavía el lanzamiento de falta con el que Messi empató el partido a la media hora.
El 10 azulgrana clavó con la zurda una falta al borde del área que parecía para un diestro como Neymar. Pero el brasileño le cedió el honor a Messi y el argentino cruzó al palo largo una rosca perfecta, que se alojó allí donde Rico no podía llegar.
Una noche más, el Camp Nou se rindió ante Messi, que en la jugada siguiente a punto estuvo de marcar un gol olímpico a la salida de un córner -Coke lo evitó con la cabeza-, justo antes de que Suárez estrellara el rechace en el larguero.
Sin ejercer un dominio apabullante por la buena colocación del Sevilla, el Barcelona se fue a la pausa con el empate y la sensación de que la victoria podía llegar en el segundo acto, cuando los andaluces bajasen el pistón.
El segundo gol azulgrana llegó a los tres minutos de la reanudación, cuando Piqué exhibió su espíritu de delantero y, solo en el área pequeña, empujó a la red un remate flojo de Suárez.
Habiéndolo hecho casi todo bien, el Sevilla sucumbía otra vez. Pero no se rindió. Y obligó a Claudio Bravo a evitar, con una gran intervención, la igualada que tuvo el francés Kevin Gameiro minutos después.
No fue la última ocasión de los dirigidos por Unai Emery, que tuvieron en Iborra a su hombre más peligroso. Pero el Barcelona también pudo ampliar su ventaja en más de una ocasión.
Ninguno logró marcar y el Barcelona, enlazando su partido número 34 sin perder, reafirmó su liderato en la Liga con ocho puntos de ventaja sobre el Atlético, su ya casi único perseguidor.
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