TOKIO.- La velocista jamaicana y su récord olímpico captaron la atención del mundo. Lo que hay debajo de sus pies, sin embargo, pudo ser uno de los factores por los que Elaine Thompson-Herah rompió la marca olímpica establecida hace 33 años en los 100 metros.
Todo apunta a que la pista del Estadio Olímpico es muy veloz. Muchos corredores se disponen a batir marcas personales, olímpicas y posiblemente mundiales a lo largo de la próxima semana.
La pista rojo ladrillo fue fabricada por Mondo, una compañía creada en 1948 y que ha sido proveedora en 12 justas olímpicas. Esta superficie en particular, según la compañía, cuenta con "gránulos tridimensionales de hule diseñados específicamente con un sistema de polímeros selectos que están integrados a la capa superior de MONDOTRACK WS que se agregan a un compuesto semivulcanizado. El proceso de vulcanización garantiza un enlace molecular entre los gránulos y el material aledaño, lo que crea una capa muy compacta".
En otras palabras: es rápida.
“Se siente como si caminara por las nubes”, dijo el velocista estadounidense Ronnie Baker al hablar de la superficie. “Es realmente suave. Es una pista hermosa. Una de las más bonitas en las que he corrido”.
¿Es de verdad tan rápida?
Tal vez. En algunas ocasiones, simplemente son los corredores veloces en un gran estado de forma los que hacen que la pista se vea veloz. Sólo el tiempo lo dirá. La superficie ha estado horneándose además bajo el intenso calor de Tokio con un desgaste mínimo, lo que le ha dado una firmeza adicional.
“Oh, es rápida”, dijo el corredor de 800 metros, el estadounidense Clayton Murphy. “Tal vez se necesiten récords mundiales para ganar”.
¿Cuándo se instaló la pista?
La pista se instaló a lo largo de cuatro meses, entre agosto y noviembre de 2019. No ha visto mucha actividad desde entonces. Los atletas la están estrenando con estilo.
“Simplemente se siente, lo puedes sentir”, dijo la velocista sudafricana Akani Simbine. “Sabes cómo se siente una pista rápida. Y para nosotros, esta pista se siente muy rápida y no puedo esperar a correr sobre ella”.
¿Por qué rebota tanto?
Según su sitio web, Mondo señala que el objetivo principal era “maximizar la velocidad de los deportistas y mejorar su rendimiento”. La capa superior es de hule vulcanizado para mejorar la elasticidad. También hay “cavidades llenas de aire” en la capa inferior, que contribuyen a la “absorción de impacto, almacenamiento de energía y respuesta cinética inmediata”.
Es decir: ayuda a los corredores a volar en la pista.
“Algunas pistas absorben tus movimientos y tu fuerza”, dijo la plusmarquista estadounidense de los 400 con obstáculos Sydney McLaughlin. “Esta (pista) la regenera y te la devuelve. Definitivamente lo puedes sentir”.
¿Qué récords podrían caer?
No hay que perder de vista los 400 con obstáculos masculinos y femeninos. McLaughlin impuso el récord (51.90) el 27 de junio en el preolímpico estadounidense, superando la marca que pertenecía a su compañera Dalilah Muhammad. Ambas saldrán como favoritas al oro el miércoles... y podrían volver a batir la marca.
El noruego Karsten Warholm estableció recientemente el récord masculino con 46.70 superando uno vigente desde 1992. ¿Podrá hacerlo de nuevo?
“Tal vez alguien más lo haga”, Warholm. “Yo ya hice mi trabajo”.
También debe ser el calzado
Otro factor en estas marcas podrían ser los avances tecnológicos en el calzado. El modelo Vaporfly de Nike sacudió el mundo de las carreras de distancia hace algunos años, y se le atribuye a la tecnología de las placas de carbono el que los corredores hayan reducido sus tiempos en varios minutos. Esta tecnología se ha trasladado a las pruebas de velocidad.
Thompson-Herah tiene otra teoría luego de correr los 100 metros en 10.61 segundos y quebrar la marca olímpica de Florence Griffith Joyner.
“Mi entrenamiento”, destacó. “No importan ni la pista ni el calzado”.
FUENTE: Con información de AP