LONDRES.- dpa.
El suizo tiene todas las condiciones para que pueda llevarse su primer Grand Slam desde el 2012 cuando alzó la copa en Wimbledon
LONDRES.- dpa.
Tras la prematura eliminación del número uno del mundo, Novak Djokovic, hacía tiempo que el suizo Roger Federer no se encontraba en una situación tan favorable para volver a coronarse en un torneo de Grand Slam, algo que no hace desde Wimbledon 2012.
En los cuartos de final que comienzan el miércoles, Federer, ganador de 17 grandes, inicia ante el croata Marin Cilic un "mini-torneo" de tres partidos hacia el título londinense, luego de ganar cuatro partidos sin ceder sets ante rivales de poco peso en el circuito.
A sus 34 años, el número tres parece estar ante una oportunidad única de volver a alzar un trofeo de Grand Slam luego de un año con poca actividad en las pistas producto de una pequeña cirugía en los meniscos y tras haberse ausentado en Roland Garros.
"Claramente no estoy pensando en el título en este momento", dijo Federer al comenzar el torneo. "Los grandes candidatos son Novak y Andy (Murray)."
Tras la caída de Djokovic en tercera ronda, el exnúmero uno comentó: "¿Mis grandes objetivos? En la vida tengo mucho más por vivir. En el tenis no mucho más, pero espero que haya algo más, ojalá pueda ganar Wimbledon una vez más. Sería lindo eso".
Si bien ha competido muy poco este año (apenas 22 partidos en seis torneos al llegar a Londres) debido a la operación y a una vieja lesión en la espalda que por momentos reaparece, el destino y la organización le dieron un guiño al suizo.
Siete veces campeón en el All England, Federer jugó sus cuatro partidos en la pista central, no sufrió interrupciones por lluvia y hasta pudo descansar sábado y domingo mientras varios jugadores del cuadro de singles aún recuperaban partidos de tercera ronda postergados por el mal tiempo.
"Tuve la suerte de jugar ante dos locales. Si fuera por mí jugaría todo el año en la central", justificó el suizo.
Hace 12 meses jugó, en esa misma pista que bien conoce, su última final de Grand Slam y perdió ante Djokovic.
Eliminado el máximo favorito, sus posibilidades se potencian, aunque los especialistas en Londres ven al local Murray como principal contendiente.
"Apenas Novak pierde, piensas en que los ojos de Andy y Federer se iluminan. Sus posibilidades se duplican", dijo el australiano Nick Kyrgios, eliminado el lunes por Murray en octavos de final.
"No leo los diarios ni escucho los comentarios. Miro los partidos, sí, pero sin sonido", minimizó el británico sobre las expectativas que haya en él tras la salida de Djokovic.
Murray y Federer están en lados opuestos del cuadro y sólo podrían cruzarse eventualmente en la final. Para que ello pase, primero deberán superar sus partidos de cuartos el miércoles.
Federer chocará -nuevamente en el primer turno de la central- ante el duro Cilic, con quien perdió fácilmente la última vez que jugaron, en el US Open hace dos años. "Me 'limpió' de la pista", recordó el suizo sobre la victoria del croata, luego campeón en Nueva York, por 6-3, 6-4 y 6-4.
"He practicado aquí con él y está sirviendo muy bien, pegando muy fuerte, muy agresivo. Es muy duro."
Luego, en el camino de Federer aparecería el ganador del duelo entre el canadiense Milos Raonic (6) y el estadounidense Sam Querrey (28), verdugo de Djokovic en tercera ronda.
Acostumbrado a romper marcas, para Federer hay un registro tentador en el horizonte. Si gana su décimo octavo título de Grand Slam sería el segundo más veterano en la historia en conquistar un grande, con 34 años y 11 meses (el 8 de agosto cumple 35).
En la lista, pasaría al español Andrés Gimeno, que con 34 años y 10 meses ganó Roland Garros en 1972. El más veterano fue el australiano Ken Rosewall, al ganar el Abierto de Australia con 37 años y 2 meses.
Por su parte, Murray tendrá un duelo de riesgo ante el francés Jo-Wilfried Tsonga (12), que se benefició del retiro en sólo seis games de su compatriota Richard Gasquet. Y más adelante aparecen el checo Tomas Berdych (10) y el francés Lucas Pouille (32).
Murray cuenta con el apoyo local para seguir adelante y ha sido el jugador más consistente en estos primeros cuatro partidos. Sumando su torneo previo, acumula nueve victorias en fila sobre césped.
Pero el número dos tiene la cuenta pendiente de haber perdido seis de las ocho finales grandes que disputó a sus 29 años.
Cinco de esas definiciones las perdió ante Djokovic, que al no estar en el torneo abre una puerta inesperada a sus rivales. Sobre todo a Federer, que a sus 34 años ve más cerca la posibilidad de volver a coronarse en la "Catedral", que siente como el patio de su casa.
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