Jimmy Butler no solo entendió el tenso intercambio entre Draymond Green y el entrenador Steve Kerr, sino que lo celebró como una señal positiva para los Golden State Warriors. El escolta afirmó que ese tipo de confrontaciones reflejan la intensidad y el compromiso de un equipo acostumbrado a competir al máximo nivel.
El episodio ocurrió durante un tiempo muerto en el partido del lunes ante el Orlando Magic, cuando Green y Kerr protagonizaron una discusión acalorada. La situación llevó al ala-pívot a abandonar el banquillo momentáneamente rumbo a los vestuarios, mientras Kerr continuaba ajustando la estrategia con el resto del equipo.
Tras la victoria frente a los Dallas Mavericks, Butler dejó claro que no vio nada negativo en lo sucedido. Para él, las discusiones son parte natural de un grupo que lleva años compartiendo vestuario y persiguiendo objetivos ambiciosos. Destacó que tanto Green como Kerr son competidores natos, con múltiples títulos ganados juntos, y que ese carácter es precisamente lo que mantiene vivo al equipo.
Kerr reconoció posteriormente que ambos se disculparon con el grupo por lo ocurrido, aunque Butler insistió en que este tipo de momentos no afectan al rendimiento. De hecho, los Warriors respondieron en la cancha: vencieron al Magic y luego superaron a los Mavericks para encadenar tres triunfos consecutivos.
Green fue titular ante Dallas y disputó 28 minutos, mostrando normalidad tras el incidente. La relación entre Kerr y Green, que ya suma 12 temporadas, ha sido clave en la era más exitosa de la franquicia, con cuatro campeonatos de la NBA. Butler, quien se unió a Golden State la pasada temporada, dejó claro que este tipo de tensión competitiva es una fortaleza, no una debilidad, para unos Warriors que siguen buscando ganar.