Especial
@luisfsanchez6
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Con el pie a fondo en el acelerador y el fuego sagrado de sus 20 años, el piloto colombiano Juan Sebastián Arias ha emprendido su carrera que tiene como meta mayor convertirse en el primer campeón hispano en la historia de la Cup Championship en NASCAR.
El camino se encuentra lleno de obstáculos, pero Arias no pisa el freno y, todo lo contrario, con tenacidad y pasión va quemando las etapas que se ha trazado.
En estos momentos, Arias es piloto de reserva del NextGen MotorSports Team, que es un equipo de desarrollo con la misión de darle oportunidades a jóvenes conductores procedentes de grupos minoritarios que poseen talento y habilidades al frente del volante.
El fin de semana pasado, Arias estuvo con su equipo en el Autódromo Internacional de Daytona en todos los preparativos para el inicio de la temporada del 2019 de NASCAR.
Arias se encuentra en la categoría NASCAR K&N ProSeries, que es la antesala al gran salto a la Truck, Xfinity y Monster Energy Cup Series, que son los tres niveles estelares en el deporte de los coches stock (tal como se venden al público) en Estados Unidos.
La semana pasada participó en las prácticas con su equipo y no solo estuvo atento a las pruebas de clasificación sino también en contacto con sus ídolos, a quienes piensa algún día enfrentar, y mostrando su presencia y entusiasmo ante aquellos que toman decisiones y a quienes puede llamarle la atención este joven latinoamericano dispuesto a darlo todo a cambio de probar que es un piloto de raza.
"Es muy importante para mí estar en estos eventos, no solo porque amo este deporte, sino porque es parte de mi trabajo y tengo que estar en la máxima cita del automovilismo en Estados Unidos para que me conozcan y establecer contactos", afirmó un entusiasmadísimo Arias. "Imagínese que estuve alojado en el mismo hotel que Joey Logano, el campeón defensor de la máxima categoría de NASCAR, y desde la ventana de mi habitación veía la pista del autódromo internacional de Daytona. Mi cabeza se revolvía de sueños".
Su actitud
Lo que más llama la atención de Arias es su persistencia y la claridad en sus metas, pese a que no las tiene todas consigo.
“Yo no procedo de una familia adinerada, ni muchos menos, y tampoco en mi familia hay alguno que este involucrado en el mundo de las tuercas”, confesó Arias. “Nací en Bogotá y empecé a interesarme en el automovilismo a raíz de la resonancia que tenían en Colombia los triunfos de Juan Pablo Montoya”.
Cuando tenía 12 años de edad le pidió a su padre que lo llevara a correr karts. Fue tan bueno su inicio que a los 13 ya estaba corriendo en la Rotex Series en Colombia. Y como si fuera poco, al año siguiente surgió la propuesta para competir en Europa en la KF2 Series.
Luego de pensarlo detenidamente, Arias y su padre consideraron que la mejor opción era hacer su carrera en Estados Unidos. Entrenaba cada jueves y aparecía siempre en el kartódromo con su uniforme de colegio. Cuando su kart se rompió y no había el dinero suficiente como para comprar uno nuevo, decidieron con su padre aprovechar el hecho que su madre Patricia residía en Atlanta.
Tenía 15 años cuando empacó sus sueños en una mochila y se mudó a esa ciudad del sur.
“Llegué a Estados Unidos con una sola idea en mi mente: quería ganarle a todo el mundo”, confesó Arias. “Me metí al colegio y lo primero que hice fue visitar el Atlanta Motor Speedway”.
Ahí conoció a un representante de la Legends Car Racing, una serie en la que compiten replicas de coches de los 30 y 40 y con muy bajo costo. Pidió hacer una prueba y causó tan buena impresión que fue recomendado y contratado por el equipo Jorgensen Racing.
“Con ellos [Jorgensen] tuve el honor de convertirme en el primer colombiano en ganar una pole position [primera posición de largada] en el Autódromo de Atlanta”, comentó Arias. “Corrí con ellos en las temporadas 2015-2016”.
La vida en EEUU
Mejor adaptado al ritmo de vida en Estados Unidos y, sobre todo, al automovilismo competititvo, Arias comprendió que era el momento de dar el paso adelante y llegó a un acuerdo con el Patriot Motorsports Group para correr en la NASCAR Whelen Series.
Gracias al patrocinio de Juan Fernando Henao y su cadena de restaurantes La Parrilla, en Atlanta, pudo financiar una campaña con el equipo Patriot.
El mundo del automovilismo no solo exige pasión, audacia, talento y muchas otras virtudes sino además el piloto tiene que ser capaz de atraer patrocinadores, porque los costos del vehículo, combustible, llantas y personal son altísimos y si el corredor no llega con su pan bajo el brazo no hay manera que pueda sentarse al volante.
“En esas estoy”, confesó Arias. “Junto con mi representante Diego Castreje buscamos el apoyo de las empresas para correr esta temporada”.
Para poder hacerlo, Arias necesita entre $84,000 y $300,000 por temporada, según la categoría en la que corra.
“Sé que voy a lograr todo lo que me propongo”, aseguró el joven piloto. “Ahora las carreras las pasan en directo por Fox y CNBC y eso es vital para conseguir los auspicios. Quiero ser el primer latino en conquistar el campeonato de la NASCAR Cup Series. Yo tengo lo que se necesita para ser el piloto más exitoso de mi tiempo. Sé que debo trabajar muy duro pero estoy muy entusiasmado con el camino que me espera”.