La justicia argentina liberó el viernes a más de un centenar de chilenos detenidos tras los violentos enfrentamientos con hinchas argentinos durante un partido de la Copa Sudamericana.
La justicia argentina liberó el viernes a más de un centenar de chilenos detenidos tras los violentos enfrentamientos con hinchas argentinos
La justicia argentina liberó el viernes a más de un centenar de chilenos detenidos tras los violentos enfrentamientos con hinchas argentinos durante un partido de la Copa Sudamericana.
Hinchas de Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile se atacaron el miércoles con cuchillos, palos y granadas de estruendo dentro del Estadio Libertadores de América, en una batalla que dejó 19 heridos, dos de los cuales siguen en estado grave.
En total fueron excarcelados 104 chilenos que estaban en distintas comisarías de la provincia de Buenos Aires, de acuerdo con el escrito judicial al que tuvo acceso la AFP.
Algunos, despojados de ropa y documentos en medio de la gresca, fueron asistidos por el consulado que les proporcionó salvoconductos.
A su llegada al aeropuerto de Santiago, este viernes, una decena de aficionados criticó a la policía argentina.
"Hubo represión (de la policía). Había niños chicos con sus papás escondidos en una esquina. Fue un momento muy difícil", dijo a la AFP Jaime Castillo, de 74 años.
Se espera que la mayoría de los chilenos regresen de Buenos Aires por tierra.
"En la tribuna me molieron a palos y fierros, me robaron todo", dijo Ignacio Castro, un psicólogo chileno de 38 años, frente al consulado de Chile en Buenos Aires.
"Cuando bajé a pedir ayuda a la policía, me llevaron al hospital, me suturaron y me metieron detenido como uno más por daño, desórdenes y lesiones", agregó, con su rostro aún magullado por los golpes.
El presidente chileno, Gabriel Boric, insistió en su llamado a poner fin a la violencia que ha golpeado sin tregua al fútbol sudamericano.
"Seguiremos trabajando por erradicar la violencia en los estadios ya la vez defendiendo los derechos de nuestros compatriotas", agregó el mandatario, que envió el jueves a su ministro del Interior a Buenos Aires para supervisar el caso.
El enfrentamiento obligó a cancelar al minuto 48 el juego de vuelta que se disputaba por octavos de final de la Copa Sudamericana en Avellaneda, sur de Buenos Aires.
El caos comenzó cuando seguidores del equipo chileno arrojaron palos, botellas, butacas y hasta inodoros desde la tribuna popular superior contra los hinchas de Independiente que estaban en la parte inferior, según un periodista de la AFP en el lugar. La respuesta de miembros de la barra local fue inclemente.
El ministro del Interior chileno, Álvaro Elizalde, visitó el viernes a los heridos en el Hospital Fiorito de Avellaneda, y anunció la firma de un memorando con Argentina para prevenir la violencia en el fútbol.
Dos chilenos continúan en estado grave, uno con traumatismo de cráneo y otro con fractura cervical, según la parte médica.
El herido con el cuadro más crítico es el aficionado que se arrojó al vacío desde la tribuna cuando se vio acorralado por los hinchas rivales. Un techo amortiguó su caída, según una autoridad chilena.
El estadio de Independiente, el equipo más laureado de la Libertadores con siete títulos, fue cerrado hasta que concluyan los peritajes.
"El fiscal pidió la clausura (del estadio) porque hay manchas hepáticas (sangre) en las tribunas y faltan hacerse pericias", informó este viernes el ministro de Seguridad de Buenos Aires, Javier Alonso, a Radio10.
Las grados evidencian la magnitud de la pelea: restos de proyectiles, piedras, butacas arrancadas, hierros y remanentes de mampostería que fueron arrancados de los baños para arrojarlos.
"Ayer (jueves) hubo un trabajo muy importante de identificación. Hay unas veinte causas judiciales", dijo Alonso sin brindar mayores detalles.
"Hay gente que tiene que rendir cuentas porque hay una empresa de seguridad que tenía que estar y no estuvo. Al coordinador de la Conmebol se le avisó tres veces que había que suspender el partido y no quiso", acusó el ministro.
La seguridad del encuentro estaba a cargo de Independiente, según la Conmebol, y ha sido cuestionada por diversas voces, incluida la de Boric, que denunció un "inaceptable linchamiento de chilenos".
Las imágenes brutales de los choques, uno de los peores de los últimos años en el fútbol latinoamericano, dieron la vuelta al mundo.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, exigió el jueves "sanciones ejemplificadoras".
La Conmebol, que prometió actuar con "la mayor firmeza" contra los responsables, evalúa informes para dictar eventuales sanciones.
Los castigos pueden llegar a la descalificación de uno o ambos clubes, algo que no sucede desde 2015 cuando Boca Juniors fue marginado en octavos de final de la Copa Libertadores por incidentes en un superclásico argentino ante River Plate.
FUENTE: AFP