La lluvia obligó este domingo a cancelar la primera jornada del Abierto de tenis de Francia con 22 partidos sin completar, por lo que los organizadores deberán hacer malabarismos en los próximos días para recuperar el tiempo perdido.
Sólo diez de los 32 duelos programados para el primer día del segundo Grand Slam de la temporada pudieron terminarse, en una jornada en la que el sol no asomó en ningún momento tras el plomizo cielo de París.
Las predicciones no son alagüeñas para los próximos días. Los servicios de meteorología prevén un 90 por ciento de probabilidades de que el lunes vuelva a llover, mientras que el martes se espera que el tiempo aclare un poco, aunque las nubes seguirán amenazando el programa de Roland Garros.
Poco antes de las seis de la tarde local, después de casi tres horas de interrupción del juego por lluvia, la organización decidió cancelar los dos últimos turnos de todas las canchas. Cuarenta minutos después, con el japonés Kei Nishikori, quinto favorito, aún sobre la cancha central, la jornada quedó definitivamente suspendida bajo el agua.
La española Garbiñe Muruguza, cuarta cabeza de serie, ni siquiera empezó su partido ante la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova, que de la cancha Philippe Chatrier, la primera en importancia, fue reprogramado para el primer turno de mañana del lunes en el estadio Suzanne Lenglen.
En el principal estadio de Roland Garros debutará este lunes el suizo Stanislas Wawrinka, actual campeón, que se mide en primera ronda al checo Lukas Rosol.
"Mi confianza está alta", dijo el tenista de 31 años, que llegó a París apenas el sábado por la noche después de imponerse en Ginebra. "Es la vez que más tarde he llegado, eso seguro".
Siempre que el tiempo lo permita, Nishikori completará a continuación su partido ante el italiano Simone Bolelli, que fue suspendido con 6-1, 7-5 y 2-1 a favor del japonés.
El británico Andy Murray, segundo favorito, está programado en el cuarto turno de la Philippe Chatrier, donde el reciente campeón de Roma se mide a un peligroso rival, el veterano checo Radek Stepanek.
Tampoco pudo jugar su duelo de primera ronda el argentino Leonardo Mayer, que debía enfrentarse al francés Jeremy Chardy justo después de Muguruza, en el estadio principal de Roland Garros.
El argentino Leonardo Mayer, que iba a debutar en la central ante el francés Jeremy Chardy, tendrá que conformarse el lunes con el primer turno en el "Court 1", mientras que el canadiense Milos Raonic, octavo favorito, fue desplazado de la Suzanne Lenglen a la cancha 2 para medirse al serbio Janko Tipsarevic.
En total, 66 partidos en 15 pistas diferentes están agendados en la maratoniana jornada del lunes, en la que incluso aunque no lloviera, algo muy poco probable, parece difícil completar el programa.
Entre los diez partidos completados estuvo el del australiano Nick Kyrgios, que volvió a generar polémica por su comportamiento.
El decimoséptimo favorito, que se impuso al italiano Marco Cecchinato por 7-6 (8-6), 7-6 (8-6) y 6-4, fue amonestado por gritar a un recogepelotas para que le acercara una toalla.
"Ahora sí que lo he visto todo", se quejó tras recibir la penalización. "¿Qué regla he violado?".
En rueda de prensa, Kyrgios aseguró que gritó al niño para que pudiera oírle por encima del sonido del público, ya que si no se le podían pasar los 20 segundos que hay entre punto y punto para sacar.
La ironía la usó para comparar su situación con la del número uno, el serbio Novak Djokovic, que en la final de Roma tuvo también un agrio intercambio de palabras con el juez de silla por el estado de la cancha.
"Todos en esta habitación saben que si hubiera sido yo el que hizo eso, habría sido un absoluto circo. Pero si lo hace él, saben, no pasa nada. Eso habla por sí solo", se lamentó.
