
El español considera que ni el clima, ni las pelotas, ni la poca presencia de público están a la altura del último gran torneo de tenis del año
PARÍS.- "La situación es especial, las condiciones son las peores para mí de siempre", señaló Rafael Nadal, 12 veces ganador de Roland Garros, este viernes en rueda de prensa, a dos días del inicio de una edición de tenis marcada por su aplazamiento al lluvioso y fresco otoño parisino.
Como si todas las restricciones ligadas a la pandemia y el recrudecimiento de la misma en Francia no fuera suficiente, la meteorología se antoja complicada en la quincena parisina. Temperaturas bajas, tormentas de lluvia y mucha humedad dan la bienvenida a los jugadores.
"El que tenga la capacidad de adaptarse tendrá más opciones de éxito. Vamos a ver qué sucede. Hay días por delante y estoy satisfecho con mis entrenos. Y espero que el clima mejore un poco. Está todo un poco extremo", dijo el número 2 mundial.
Nadal se mostró muy crítico con las pelotas que este año estrena el torneo, hasta el punto de pedir a la organización que las revise en el futuro por su peligro para la salud de los jugadores.
"Es una bola pesada, lenta, aquí con el frío es como una piedra. Es la primera vez que esta marca hace una bola para tierra batida y hay muchas cosas que cambiar, para hombros y codo puede ser peligrosa", dijo en español.
"Entrené con la bola en Mallorca, allí con calor ya era pesada, aquí es superpesada. Es peligrosa para la salud de los jugadores, la organización tendrá que mirarlo para los próximos años, esta vez es lo que hay", había dicho antes.
Para esta edición Roland Garros abandonó Babolat y abrazó Wilson, que presenta una bola con menos viveza y rapidez, con un bote cuatro centímetros más bajo.
"Creo que los partidos pueden ser más largos, cuesta mucho ganar puntos, que la pelota tome efectos. Lo que afecta a mi juego lo veremos. Mi trabajo es buscar soluciones", continuó.
A diferencia de la temporada habitual, con Roland Garros como colofón de la gira de tierra, en esta ocasión Nadal solo ha disputado el Masters 1000 de Roma antes del Grand Slam.
"Jugué dos buenos partidos, el tercero no (derrota ante Schwartzman). Es una situación atípica, no pretendo engañar a nadie. Pero intentaré ir construyendo cada día unas pequeñas mejorías para hacer un buen torneo", dijo.
El inicio de los partidos está programado para el domingo, pero ante el incremento de casos de COVID-19 en todo Francia, los planes de los organizadores de contar con miles de espectadores en la sede diariamente para vitorear a Rafael Nadal, Simona Halep y otras de sus estrellas han sido reducidos drásticamente para permitir tan solo 1.000 aficionados por día.
El jueves, horas después de que el torneo de tenis realizara el sorteo de partidos respetando el distanciamiento social, sin la presencia de jugadores, el primer ministro francés anunció que los límites en la cantidad de personas congregadas establecidos esta semana para Paris y otras ciudades también deberán acatarse en Roland Garros.
Su oficina confirmó el viernes que tan solo 1.000 espectadores podrán ingresar por día. Hace tres semanas, el torneo todavía estaba planeado para 11.500 aficionados distribuidos entre las arenas Philippe Chatrier, Suzanne Lenglen y Simonne Mathieu. Esa cifra fue reducida la semana pasada a 5.000 y ahora a 1.000.
Los boletos serán reembolsados “con cierta tristeza porque estamos convencidos de que habríamos podido recibir a las 5.000 personas en cuestión que habían sido consideradas”, declaró Forget el viernes en entrevista con Franceinfo radio.
“Es un golpe un tanto duro”, agregó. “Desafortunadamente, así son las cosas”.