Ser dos veces subcampeón en los últimos tres años es un gran logro. Claro, nadie quiere ser un segundón, cuando el trofeo está siendo alzado por otro. El MiamiHeat estuvo muy cerca de recordar glorias pasadas sin tener un “Big Three” como hace una década. Eso deja una interrogante bien clara ¿No ganaron por falta de estrellas?
Jimmy Butler llegó en 2019 a Miami, no como una estrella, sino como un dolor de cabeza para los Philadelphia 76ers que necesitaban extirparlo.
Desde su debut en 2011 con el Chicago Bulls, ya se presumía que sería una luminaria en el equipo de trascendencia en los 90 con Michael Jordan. No fue lo que esperaban. Terminaron cambiándolo a Minnesota Timberwolves en 2017. Solo pasó un año allí para irse a los Sixers por una temporada y ahí al Heat, que logró lo que ningún otro club pudo; contener su mal comportamiento.
Apenas llegó a Miami, Butler cambió los pensamientos de los conocedores de la NBA. El nivel deportivo ya estaba. En el conjunto del Sur de la Florida, con un calor incesante, Butler aumentó la candela con su presencia. En 2020 los llevó a las Finales contra Los Angeles Lakers, aunque perdieron. Tres años más tarde volvió a conducir al Heat a una final, siendo una bestia de anotaciones en los Playoffs. Lamentablemente, cayeron una vez más en la última serie ante Nikola Jokic y sus Denver Nuggets.
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¿Por qué el Heat no pudo si tenía a un inspirado Butler en cancha? La respuesta es que él no puede solo. Si bien es cierto que necesitaba un equipo donde no hubiera estrellas a su alrededor, no puede ser el único que cargue con toda una organización.
Damian Lillard es una estrella y puede ser una solución para Miami. En Portland Trail Blazers lo demostró por 11 temporadas, pero su paciencia sin logros grupales se acabó. Pidió la salida y el Heat no dudó en preguntar por él. Las negociaciones no se concretan, pero si el armador llegase a la ciudad del sol, provocaría dos destinos: el Heat puede volver a ser campeón al unir a Lillard con Butler o puede crearse una nueva lucha de egos, si Jimmy siente que una estrella le roba el protagonismo.
Lo cierto es que Miami al fin tendría un quinteto de miedo: Lillard (Piloto), Duncan Robinson (Escolta), Butler (Alero), Caleb Martin (Ala Pívot) y Ban Adebayo (Centro).