La Copa ha estado rodeada de polémicas por la decisión de los silbantes, continuando así una larga tradición en los Mundiales
Los jugadores croatas le reclaman a Yuichi Nishumura en el día inaugural del Mundial. (AP)
El rostro, impertérrito, quedará como una de las imágenes de este Mundial. Yuichi Nishumura acababa de concederle un penal a Brasil en el juego inaugural de la Copa de 2014 y los millones de televidentes, así como las redes sociales explotaron ante lo que se evidenció como una muy pobre decisión por parte del silbante japonés. n
Un día después, Wilmar Rondón, y especialmente su asistente Humberto Clavijo, también se equivocaron, y por partida doble al anularle un par de tantos a México, en el choque ante Camerún.
Han sido acciones terribles, y aún es temprano saber cuánto influirán en el torneo y si entrarán a las peores decisiones arbitrajes en la historia de los Mundiales, tan escabrosas que han cambiado la historia. n
Sin título n Alemania pudiera tener cuatro coronas en lugar de tres de haber habido un mejor árbitro en la final del Mundial de 1966 ante Inglaterra.
Sin embargo, el suizo Gottfried Dienst validó un gol que jamás entró a la portería y que terminó siendo determinante en la victoria británica. n
Por el mismo estilo se recuerda lo del mexicano Eduardo Codesal al pitar un penal que aún genera polémicas a favor de Alemania ante Argentina en la final de Italia 90, y que terminó con marcador de 1-0. n
Pero la más recordada de estas acciones de"ver o no ver" una anotación fue la del tunecino Ali Bennaceur, el árbitro en los cuartos de final de México 86 en el Argentina e Inglaterra y que no se enteró que Diego Maradona había utilizado la"Mano de Dios" para marcar uno de sus dos goles. n
u00bfY esas faltas? n Harald Schumacher, recordado portero alemán en España 82, le dio un golpe tan severo al francés Patrick Battiston, que lo dejó inconsciente, le sacó tres dientes y luego cayó en coma, pero el árbitro holandés Charles Corver ni siquiera pitó la falta. n
En EEUU 94, el italiano Tassotti le partió la nariz a Luis Enrique en el Italia-España, y Sándor Puhl, de Hungría, no lo vio, aunque el español estaba sangrando profusamente. n
También ha habido tremendos lapsus como el del inglés Graham Poll, quien expulsó a Simunic, de Croacia ante Australia en 2006, y lo hizo luego de sacarle tres tarjetas amarillas.
Y qué decir del primer Mundial cuando en el partido entre Argentina y Francia, el árbitro, finalizó el encuentro seis minutos antes del tiempo reglamentario y luego de conceder el error, debieron convocar a los jugadores, que ya estaban cambiándose en los vestidores, para volver a salir y concluir el desafío