Las posibilidades de Los Clippers de Los Ángeles de lograr el título de la Liga estadounidense de baloncesto (NBA) cayeron de forma abrupta al confirmarse este martes que el ala pívot Blake Griffin se perderá el resto la temporada y que el base Chris Paul será evaluado en cuatro o seis semanas de la operación a la que fue sometido por una fractura en la mano.
Griffin no podrá jugar en lo que queda de la temporada después de que se agravara la lesión en el cuádriceps que lo mantuvo al margen durante 41 partidos en la serie regular. Durante el tercer cuarto de partido que los Clippers perdieron el lunes ante los Trail Blazers de Portland, Griffin sintió un pellizco en la zona después de un choque con Mason Plumlee.
El jugador ya no volvió al campo en ese partido, pero confiaba en que sólo se tratara de un golpe y pudiera recuperarse tras 24 ó 48 horas de reposo. Sin embargo, la resonancia magnética a la que fue sometido este martes determinó el agravamiento de la lesión y su baja hasta la próxima campaña, aunque no sufrió daños adicionales.
En tanto, Paul será evaluado dentro de cuatro a seis semanas tras la operación a la que fue sometido por la fractura en el tercer metacarpiano que sufrió en el mismo partido ante los Blazers.
El base, principal arma ofensiva del equipo angelino con 25 puntos de promedio en la serie, se lesionó en el tercer parcial del cuarto partido, que terminó en favor de Portland 98-84.
Con los cálculos más optimistas, Paul podría regresar para una eventual final de la NBA.
Después de cuatro partidos, la serie entre Clippers y Blazers está empatada 2-2 y el quinto encuentro se disputará el miércoles en Los Ángeles.
El ganador de esta serie chocará en las semifinales de la Conferencia Oeste con el vencedor de la eliminatoria que los Warriors de Golden State le gana 3-1 a los Rockets de Houston. Los vigentes campeones también sufrieron un duro golpe, ya que el astro Stephen Curry sufrió un esguince de rodilla de grado uno y es probable que se pierda completa la próxima serie.
