La experiencia de un jugador como Yuli Gurriel es importante en cualquier organización. El cubano no solo lleva consigo innumerables distinciones a lo largo de su carrera profesional, sino que también cuenta con el conocimiento requerido para ayudar a sus compañeros de equipo, algo que ha quedado demostrado en la presente temporada con los Marlins de Miami.
Por ejemplo, en el caso de Jacob Stallings, un receptor que es reconocido por su buena defensa, pero no tanto por sus habilidades en el cajón de bateo, Gurriel se tomó el tiempo de apartar al máscara por unos minutos y aconsejarlo para que pudiera salir del mal momento, pues estaba ligando apenas para un promedio de .127 tras 23 encuentros con los peces en 2023.
"Él te aparta para conversar uno a uno", le comentó Stallings a MLB.com sobre el antillano. "Todos lo respetamos y nos acercamos a él. Si estás teniendo un mal día, simplemente te dice que te mantengas en lo tuyo, que eres bueno y que sigas trabajando".
En la victoria de los Marlins sobre los Rockies el miércoles, que llegó después de que la divisa de Florida perdiera cuatro de sus últimos cinco choques, Gurriel se encargó de demostrar su valor dentro del campo una vez más, al irse de 4-4 en el plato, con un triple y tres sencillos. El segundo de esos indiscutibles le permitió a Miami ponerle fin a una mala racha de 19-2 con hombres en posición de anotar durante esa serie en Colorado.
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"Fue un imparable enorme", aseguró Stallings. "Fue como una señal de alivio que pudiéramos conseguir esa carrera".
Por otro lado, el también cubano Jorge Soler mantuvo su gran momento al sacudir un cuadrangular solitario en el séptimo inning, el décimo cuarto para él en la campaña y el noveno en sus últimos 19 cotejos.
Sin embargo, no había forma de robarle el protagonismo a Gurriel en una jornada perfecta como esa. Sus contribuciones dentro y fuera del campo han causado el impacto que la directiva de los Marlins esperaba.
"Tener a un tipo con su pedigrí, que ha estado en equipos ganadores y ha ganado un título de bateo. Simplemente he estado impresionado con el tipo de profesional que es", señaló el toletero Joey Wendle. "Está aquí, hace su trabajo y sabe cómo cuidar su cuerpo incluso a los 38 años de edad".