viernes 22  de  marzo 2024
Boxeo

Rigondeaux tiró la toalla y cayó ante Lomachenko

Fue un final sorpresivo para una actuación atípica del antillano, que desde que sonó la campana en el Theater del Madison Square Garden de Nueva York se vio rebasado por Lomachenko
Por LUIS E. RANGEL

La primera derrota en la carrera profesional de Guillermo Rigondeaux llegó de forma inesperada.

El cubano tiró la toalla y no salió para el séptimo round después de alegar que tenía una lesión en la mano izquierda, y de esta forma perdió su invicto en la esperada pelea ante el ucraniano Vasyl Lomachenko.

Fue un final sorpresivo para una actuación atípica del antillano, que desde que sonó la campana en el Theater del Madison Square Garden de Nueva York se vio rebasado por un Lomachenko mucho más rápido, más potente y más agresivo que su oponente.

Fiel a su pronóstico, el europeo fue mucho más que Rigondeaux, quien en todo momento se vio incómodo e incapaz de descifrar al rival. Tras los primeros cinco rounds, el santiaguero conectó apenas 12 golpes, contra 44 del monarca, quien retuvo su título de la Organización Mundial de Boxeo.

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Desde el inicio del combate, Lomachenko lucía más agresivo que su oponente cubano.
Desde el inicio del combate, Lomachenko lucía más agresivo que su oponente cubano.

El combate se realizó en las 130 libras, dos divisiones por encima del peso regular del “Chacal”, quien, sin embargo, señaló que esta diferencia no tuvo ningún impacto sobre el cuadrilátero.

“No, el tamaño no hizo nada. Lomachenko no estaba haciendo nada del otro mundo, pero yo no pude tirar la mano y no pude hacer más nada”, expresó Rigondeaux, quien añadió que la lesión se había producido en el segundo asalto.

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El cubano Guillermo Rigondeaux declaró a ESPM: "La mano, la mano, ya no podía más desde el segundo round".
El cubano Guillermo Rigondeaux declaró a ESPM: "La mano, la mano, ya no podía más desde el segundo round".

Fue una jornada oscura para Rigondeaux, quien no había perdido una pelea desde 2003 cuando aún era aficionado, porque además del revés, dejó un mal sabor en los aficionados que abarrotaron el recinto esperando ver lo que el mismo antillano había pronosticado sería “una obra maestra”.

En su lugar presenciaron un combate de un solo lado, con un Lomachenko hacia adelante, agresivo, ante un retraído Rigondeaux, que buscó el amarre con tanta insistencia que en el sexto round incluso le fue retirado un punto por el juez.

“Al final perdí”, se lamentó Rigondeaux, quien no llegó a conectar tres golpes en un round. “Es un boxeador técnico, rápido y potente”.

Con 37 años, y la probabilidad incluso de perder el título de las 122 libras, tal como lo está considerando la Asociación Mundial de Boxeo, aunado a la muy discreta actuación que realizó y que terminó de reafirmar ante los ojos de los aficionados su falta de agresividad, a Rigondeaux se le va hacer aún más difícil encontrar rivales.

El futuro no luce muy promisorio para el cubano.

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