La rivalidad entre los dos equipos de Florida en las Grandes Ligas no está ni cerca de generar la emoción entre los aficionados que causa la de Gigantes de San Francisco contra los Dodgers de Los Ángeles o la de los Yanquis de Nueva York ante los Medias Rojas de Boston; sin embargo, hay cierto nivel de riña entre los Marlins de Miami y los Rays de Tampa Bay, divisas que escribieron una nueva página en su listado de enfrentamientos el martes.
Durante los primeros cinco episodios del cotejo, ambas escuadras sostuvieron una ardua batalla, pero eventualmente las fallas que han golpeado con fuerza a los Marlins en el pasado regresaron para torturarlos una vez más y los Rays terminaron saliendo victoriosos con un abultado marcador de 11-2.
Ahora, los peces (66-66) se ubican a tres juegos de distancia de los Gigantes en la lucha por el tercer cupo comodín de la Liga Nacional. Asimismo, también están dos juegos y medio por detrás de los Cascabeles y un juego por detrás de los Rojos en la carrera.
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A comienzos del desafío, el panorama lucía alentador para una tropa de Miami que consiguió anotar carreras temprano en el choque, algo que había resultado complejo para los dirigidos por Skip Schumaker en tiempos recientes.
Pero el éxito fue de corta duración y si bien el equipo continuó embasando corredores, con imparables para abrir capítulos en cuatro de los primeros siete actos, no pudieron remolcar a ninguno de ellos después de la entrada inicial.
"No hemos sido buenos con el bateo situacional recientemente", admitió Schumaker en declaraciones para el portal oficial del club. "Y nos está pasando factura. Si logramos impulsar a alguno de esos muchachos, entonces quizás era un juego 4-3 o incluso 4-4. Un par de cosas pudieron ser diferentes", agregó.
Si un desempate es requerido para determinar a alguno de los cupos comodines, el primer criterio son los enfrentamientos directos y luego los récords dentro de la división. Los Marlins ganaron la serie contra los Cascabeles y dividieron contra los Gigantes y los Rojos.