¿Dónde está el límite de Stephen Curry? El base de los Golden State Warriors es el actual MVP y máximo anotador de la NBA a base de triples y actuaciones prodigiosas y nadie se atreve a poner techo al hombre de moda del baloncesto mundial.
"¡Tienes que parar esto, muchacho!", señaló, asombrado, LeBron James, un jugador que hasta hace bien poco acumulaba en su tremenda silueta casi todos elogios en la liga de baloncesto más importante del mundo. "¡Es ridículo! Nunca antes vi a alguien como él en la historia del baloncesto", añadió "King" James en Twitter.
En la misma red social se pronunció el legendario Magic Johnson: "Stephen Curry tiene la oportunidad de ser el mejor jugador que hayamos visto jamás si continúa jugando a este nivel los próximos cuatro o cinco años. También tiene la posibilidad de ser el jugador más emocionante de siempre".
El debate sobre la figura de Curry está servido. Y es que el base de 27 años no para de dar razones a aquellos que lo ven como un revolucionario del deporte de la canasta.
Michael Jordan es comúnmente aceptado como el mejor jugador de la historia de baloncesto, campeón de seis anillos de la NBA con los Bulls de Chicago y líder del equipo considerado como el mejor de todos los tiempos, el "Dream Team".
Curry aún está lejos de discutirle la figura a Jordan -apenas ganó un anillo todavía-, pero sus números esta temporada, en la que está triturando registros, indican que es un jugador que aún no llegó a su tope.
El base de los Warriors anotó 46, 51 y 46 puntos en sus últimos tres partidos. En el último, además, sumó 12 triples y uno de ellos en el último segundo y desde diez metros de distancia para dar a su equipo la victoria. La franquicia californiana está con un balance de 53-5, camino del récord de 72 triunfos en una temporada regular de los Bulls de Chicago de Jordan en 1996.
Su triple final ante el Thunder de Oklahoma City fue su canasta número 288 desde la línea de tres esta temporada. Ya superó en uno el récord que batió el año pasado. Y aún tiene 24 partidos por delante para dejar una marca para la historia.
"No puede ser humano", señaló el jugador de los Raptors de Toronto DeMar deRozan. "Steph Curry es el mejor tirador de la historia", añadió Rudy Gay, de los Kings de Sacramento.
Jordan era considerado un atleta todoterreno en la pista, pero no poseía la puntería desde larga distancia de Curry ni su manejo de la pelota.
"Air" Jordan fue una estrella que rompió moldes y revolucionó el baloncesto, elevándolo a un nuevo nivel con sus Bulls y la selección estadounidense. Era un tremendo lanzador desde media distancia y era un aguerrido defensor. Quería ser el mejor y mostraba los dientes sobre el parqué.
Curry también es intenso, pero lo personifica de una manera mucho más tranquila. Sin embargo, la comparación queda enterrada cuando se miden los títulos: Jordan guió a los Bulls a seis anillos, 1991, 1992, 1993, 1996, 1997 y 1998, el último lo ganó con 35 años.
Curry, que gritó campeón una vez hasta ahora, el año pasado, tiene actualmente 27 y un equipo rodeado de estrellas. En la última final, arrollaron a los Cavaliers de Cleveland de LeBron James, el último "elegido" antes de la irrupción de Curry.
El entrenador de los Warriors, que jugó junto con Jordan en los Bulls, continúa alucinado con la progresión de Curry.
"Tiene una confianza ilimitada y no tiene miedo a fallar", dijo Kerr antes de la última exhibición de su mejor hombre. "Está haciendo cosas que nadie hasta el momento hizo".
"Y lo está disfrutando, nada le perturba. Tiene una confianza increíble en sí mismo y en sus cualidades".
El experto de ESPN en baloncesto Stephen Smith cree que el deporte está ante una leyenda viviente. "Es el mejor del mundo. Sé que LeBron puede hacer más desde el punto de vista defensivo, pero no puede igualar a Steph en la parte ofensiva. Este muchacho es el mejor tirador que he visto en mi vida, está a otro nivel".
"Pasa el medio del cambio y te pones a temblar porque puede lanzar desde 12 metros como otros lo hacen desde tres. Uno se queda petrificado cuando Steph agarra la pelota", añadió. "Está cambiando la concepción de cómo debe jugarse el baloncesto".
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