Uno pelea en su patio, el otro se va a Mónaco, pero al menos Yuniesky González (16-2, 12 KO) y Luis Ortiz (25-0, 22 KO) podrán decir que pelearon dos veces en el 2016, algo de lo que no todos sus compatriotas pueden alardear en una temporada a punto de concluir.
En un panorama que no ha sido muy favorable a los púgiles de la Mayor de las Antillas, el ligero pesado y el peso completo están en condiciones al menos de celebrar que sus respectivos campamentos los están manteniendo en acción en medio de muchas nueces y pocos ruidos encima de los cuadriláteros.
González sube a un ring de Miami el viernes 11 de noviembre contra el exolímpico de Ghana, Maxwell Amponsah, un rival de cierto cuidado y experiencia, aunque se supone sea otra víctima más del guerrero de Pinar del Río.
El récord del africano muestra que 10 de sus 11 triunfos han sido por la vía del cloroformo, y no cabe duda de que su país ha dado grandes guerreros en el pasado, pero que nadie se llame a engaño, que esta velada en el Hotel Double Tree del Miami Airport Convention Center se pondrá en escena para ver cómo brilla el guerrero de Cuba.
Una sorpresa a favor del visitante supondría un retroceso enorme para González, quien busca no salirse del pelotón de avanzada en la división de las 175 libras -posiblemente junto con la welter-, la mejor que tiene para ofrecer el boxeo en estos días que corren.
González dio un tremendo paso de avance, de forma irónica, en su derrota el 25 de julio del 2015 contra el canadiense de origen haitiano Jean Pascal en una cartelera de HBO, donde expertos y aficionados coincidieron en haber asistido a un robo escandaloso para franquearle el paso al dudoso vencedor hacia una cita contra el actual campeón del peso, el ruso Sergey Kovalev.
Las lágrimas de González le valieron una segunda invitación de parte de HBO, pero el cubano se vio detenido en diciembre de ese mismo 2015 por el ucraniano Vyacheslav Shabransky, quien lo mantuvo a raya con un jab en forma de martillo para el que no encontró respuesta.
A partir de ese momento, González y su equipo escogieron al conocido entrenador Pedro Díaz para suplantar a otro experimentado técnico de origen cubano y con larga experiencia profesional, Orlando Cuéllar.
La meta clara de González es ganar de manera convincente para volver a HBO, televisora que el sábado 12 de noviembre transmitirá desde el famoso Casino de Montecarlo la pelea entre Ortiz y Malik Scott.
Conocido como "King Kong'', Ortiz es uno de los más reconocidos aspirantes a los títulos regulares de la división máxima y este choque marca el inicio de un nuevo capítulo en su carrera, luego de la controversial separación de Golden Boy Promotions, la entidad que le ayudó a convertirse en campeón interino y le abrió un hueco entre los mastodontes.
Para Ortiz esta cita contra el fogueado Scott representa mucho más que una simple pelea y habrá de servirle de carta de presentación ante su nueva empresa promotora, Matchroom Boxing, una verdadera gigante de este deporte en Reino Unido y toda Europa.
De la mano del hombre de negocios, Eddie Hearns, Matchroom Boxing posee un poder ilimitado en el Viejo Continente y su establo de peleadores es vastísimo, incluyendo a varios campeones del orbe como el nuevo niño mimado entre los completos, el inglés Anthony Johsua (17-0, 17 KO).
De creerle a Hearns, Ortiz comenzaría con el combate del 12 de noviembre en Mónaco y tendría un segundo choque en diciembre, precisamente en una velada que sería protagonizada por Joshua, el campeón olímpico de Londres 2012.
Muchos consideran que Ortiz cometió un error al separarse del organismo controlado por Oscar de la Hoya y que en Europa su carrera no llegará a ninguna parte, porque Hearns lo estaría seduciendo con cantos de sirena y jamás lo colocaría frente a frente contra Joshua, un hombre capaz de vender la arena O2, la principal de la capital inglesa, en cuestión de minutos.
Otros afirma que De La Hoya nunca le dio a Ortiz su verdadero valor -ni le pagó bolsas importantes-, porque la leyenda devenido en promotor siempre ha estado demasiado ocupado en los asuntos de su gallina de los huevos de oro, Saúl "El Canelo'' Alvarez.
En todo caso, ambos cubanos están obligados a cerrar el 2016 con golpes de pecho. González para volver a atraer la atención sobre su figura y Ortiz para impresionar a sus nuevos jefes en la promoción.
Ya sea en Miami o Mónaco, para ambos resulta imprescindible culminar la temporada en una posición que les permita mirar con cierta holgura lo que pueda suceder a partir de enero, cuando comienzan a repartirse fechas, carteleras y rivales en la programación del 2017.