VIDEO: Miguel Cabrera va por buen camino en su recuperación

Históricamente, Miguel Cabrera ha utilizado el Spring Training fundamentalmente para poner a tono su swing y hacer rutinas en primera base. Sin embargo, esta pretemporada ha sido distinta.
El venezolano llegó a Lakeland, casa primaveral de los Tigres de Detroit, con un proceso de rehabilitación en marcha por una operación en el pie derecho. Los primeros días de su entrenamiento fueron dentro del gimnasio y reinaba la incertidumbre acerca de si iba a estar listo para el comienzo de la campaña. En la actualidad esas dudas se han despejado poco a poco.
Cabrera ha evolucionado más rápido de lo previsto y ya ha participado en juegos de la Liga de La Toronja. “El tobillo y el pie han respondido bien, estoy tratando de ponerme en buena posición física y a tono en actividades de béisbol”, comentó el dos veces ganador del premio Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
Para el inicialista, la clave de esta pretemporada es olvidarse de los inconvenientes en su pie, y hasta ahora todo marcha satisfactoriamente. “Es un alivio jugar así como me siento ahora. Estoy mejor que el año pasado cuando sufrí la lesión en el tobillo. Solo quiero pensar en poner mi swing a tono y en perfecto estado para jugar todos los días en primera base”, afirmó el pelotero de 31 años de edad.
Los problemas en su pie le obligaron que su mecánica de bateo cambiara al final de la campaña porque tuvo que estar acción con dolor. Ahora, Cabrera cree que para recuperar la plenitud de su desempeño defensivo debe esperar a que pasen los encuentros. “La consistencia ofensiva espero que llegue, todo es distinto al batear sin pensar en mi pie”, dijo.
El cuerpo técnico de Detroit ha dicho que la recuperación de Cabrera ha sido satisfactoria y rápida y así lo demuestran los hechos. Sin embargo, el inicialista lo toma con calma: “Me siento bien, pero es un proceso de ver a diario cómo responde el pie. Hasta ahora ha sido excelente”, culminó.

Días duros
La intervención quirúrgica a la que se sometió el slugger en octubre del año pasado no dejó de tener repercusione. Dice el pelotero que los primeros días después de salir del hospital fueron arduos, pero lo más difícil fueron las jornadas sin poder caminar. “Estuve sin poder caminar, fueron muchos días con un yeso, luego con una bota y muletas. Pero a la vez me mantuve tranquilo, porque sabía que el reposo era lo único que me podía sanar”.