Los precios al consumidor en la economía más grande del mundo se han disparado al nivel más alto en cuatro décadas, impactados por la invasión rusa de Ucrania, así como por los constantes problemas de suministro provocados por la pandemia de covid-19.
"Esperamos una cifra de inflación elevada", dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, a periodistas a bordo del avión presidencial Air Force One.
"Esperamos -añadió- que la guerra en Ucrania también tenga algunos efectos en la inflación subyacente", es decir, excluyendo los volátiles precios de los alimentos y la energía.
En particular, mencionó como factores al alza las tarifas aéreas y el efecto de los costos más altos del combustible para aviones.
"Pero a pesar de estas perturbaciones y del hecho de que las cifras pueden ser volátiles de un mes a otro (...) seguimos creyendo que la economía puede pasar esta etapa", dijo la portavoz de la administración Biden.
El Departamento de Trabajo de EEUU publicará los datos del Indice de Precios al Consumidor de mayo el viernes, y los economistas esperan que el aumento sea mayor al de abril, cuando el índice CPI anotó 8,3% en 12 meses.
Biden expresó el viernes pasado su confianza en que la inflación podría controlarse "sin sacrificar" el empleo, ya que el mercado laboral siguió mostrando fortaleza en mayo.
El presidente demócrata -criticado y fustigado por su inacción durante 11 meses de inflación- ha sido obligado a convertir la inflación en prioridad, pero con pocas herramientas para impactar directamente los precios.
La Reserva Federal (Fed, banco central) ha comenzado a aumentar agresivamente las tasas de interés para combatir las presiones inflacionarias.
FUENTE: AFP
