
Según la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos (Naleo) el censo es fundamental para el reparto de los escaños en la Cámara de Representantes y los presupuestos de los estados
WASHINGTON.- La inclusión de una pregunta sobre el estatus de ciudadanía en el Censo 2020 de Estados Unidos sigue sin convencer a la comunidad latina, que ve la decisión del presidente, Donald Trump, como una medida "errónea" que provocará que no haya "una representación adecuada".
El director ejecutivo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos (NALEO, por sus siglas en inglés), Arturo Vargas, explicó hoy que este censo es fundamental para el reparto de los escaños en la Cámara de Representes federal, así como en los presupuestos estatales.
"Los congresistas se asignan según la población de cada estado, y si hay un mal conteo, entonces esa distribución será errónea y no habrá una representación adecuada para este país; además, cada año más de 600.000 millones de dólares son distribuidos teniendo en cuenta estas cifras", detalló Vargas en una entrevista con Efe.
En relación a esta afirmación, el director de NALEO advirtió que esta situación generará "una pérdida de recursos" en las comunidades inmigrantes durante la próxima década, período para el que tiene validez el censo.
Vargas consideró que desde la administración del presiente Donald Trump tratan de "negarle" a la comunidad latina lo que "merece" en términos de población, tanto a nivel político como en la distribución de los fondos públicos.
La población total estimada de Estados Unidos para 2017 fue de 325,7 millones, de los cuales se calcula que un 18% pertenecen a la comunidad latina; mientras que el número de inmigrantes indocumentados que residían en el país en 2016 se calcula en 11,3 millones de personas.
"Vamos a hacer todo lo posible para revisar el conteo, por la relevancia del censo; tenemos que combatir estos hechos, si no hacemos nada, si lo permitimos, los esfuerzos realizados hasta ahora no servirán de nada", dijo Vargas.
En una conferencia organizada por NALEO en Washington, los participantes reclamaron que ya en el censo elaborado para el año 2010 se "perdieron" en la cuenta final cerca de 400.000 latinos menores de edad, lo que supone un 7,1% del total, por encima de la cifra en el mismo segmento para los no latinos (4,3%).
Durante la reunión, remarcaron que la inclusión de la pregunta sobre la ciudadanía no atiende a una decisión de la Oficina del Censo, sino algo exclusivo del presidente, Donald Trump, y su Gobierno.
El personal de la Oficina del Censo supuestamente recomendó un nuevo formato de cuestionario que combina origen y raza hispanas, para disminuir el número de respuestas ambiguas y así lograr un informe más exacto sobre la población latina, evitando la pérdida de datos de gente que desea identificarse con múltiples etnias.
Para argumentar su decisión, el Gobierno de Trump indicó que esta práctica se llevó a cabo en casi todos los censos por décadas entre 1820 y 1950.
Sin embargo, la Oficina del Censo no pregunta desde hace más de 70 años sobre la ciudadanía de los individuos censados.
En este sentido, Arturo Vargas cree que desde el Gobierno tratan de provocar "miedo" en la comunidad inmigrante, por lo que todas las acciones contra los beneficiarios de programas de regularización como DACA o TPS, junto con medidas como esta pregunta, están relacionadas entre sí.
"No es coincidencia que haya tantos ataques a la comunidad en varios frentes, por eso, como latinos, tenemos que asegurar que nuestra población pueda avanzar; todo ciudadano tiene derecho a participar y tenemos que reforzar esa plena participación", concluyó el director de NALEO.